Una Colorada(vale más que cien Descoloridas)

Búsqueda sin Fin

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De como la violencia hacia las mujeres y niños, así como los conflictos políticos y guerras, facilitan la trata de personas en todo el mundo.

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En menos de un mes celebraremos con fanfarrias el día internacional de la mujer, apenas el sábado recordamos el de las niñas en la ciencia y luego en meses vendrá la memoria en contra de la esclavitud o la condena a la violencia contra las mujeres y apenas en 5 semanas reflexionaremos por las víctimas de la esclavitud y la trata trasatlántica de esclavos; pero ¿algo se ha remediado para paliar todas las causas que dan origen a tales abusos en contra de las personas sobre todo las mujeres y los niños?

El tema de “la trata de blancas”, se empezó a hacer visible en la posguerra[1]. En el llamado tercer sector, han proliferado las ONG, dedicadas a informar sobre los caminos que ponen en riesgo a jóvenes adolescentes de ser raptados, defraudadas, engañados, o simples víctimas del abuso de poder –de un jefe, unos padres, los directivos de instituciones de guarda y custodia de menores etc.- sin que se omita la realidad de que algunas de ellas tienen en su filas a verdaderos hampones dedicados al comercio de personas, con fines de adopción ilegal, venta de órganos para trasplante y por supuesto prostitución.

Un factor que se magnifica es la pobreza, son los pobres de América Latina los que con facilidad se roban o se compran a familias que no pueden darles siquiera un pan[2] ¿Pero que de los miles de niñas que son embaucadas, por un (a) adulto, que las enamora, les promete el cielo y las estrellas y al final las convierte en objeto? ¿Qué han hecho autoridades conocedoras de la situación de poblaciones que en Tlaxcala (México) viven por este tipo de tráfico? ¿Será posible que las instancias persecutoras del mundo no puedan saber quienes trafican anualmente 120 mil mujeres en Europa occidental provenientes de Nigeria, Argelia, Ghana, Marruecos, Benin y Túnez? ¿Cuántas de las jóvenes que se contratan como “acompañantes” en el primer mundo provienes de Albania, Kosovo, Bosnia y Herzegovina? Además de las miles de mujeres que ejercen forzadamente la prostitución, ¿se hace algo para evitar los matrimonio forzados, con niñas que a veces inician su vida sexual a los 11 años?

La captura, transporte, traslado o recepción de personas vulnerables, no es sin embargo, contra lo afirmado por la mayoría de las ONG, un negocio cuyas víctimas son únicamente las personas pobres. Sobre todo en el caso de niñas adolescentes atrapadas por las redes sociales, por el impulso de subir a sus sitios fotos que revelan sus cualidades físicas e intereses sociales, éstas se convierten en «secuestrables» para criminales de “la trata” que manejan un mercado “de altura” quizá menos numérico por la misma “exclusividad de los clientes”. Para padres que comodinamente con el pretexto de educar en libertad ignoran el alcance del sexting y la realidad de tales criminales, una vez que su hija (o), desaparece, inicia una búsqueda sin fin que en pocos días puede llevar a la víctima a un destino impensable y hasta la muerte.

La mayoría de estos casos –a no ser que se trate de alguien realmente influyente-  ni siquiera forman parte de las estadísticas. En este tipo de delitos, operan cuestiones de “vergüenza” que dilatan o impiden la denuncia como ocurre, con el fraude o la violación. ¿Qué más necesitan estos criminales, si en el sitio de una linda adolescente virgen pueden obtener el domicilio de la escuela, sus horas de movimiento fuera de casa, sus necesidades emocionales expresadas de manera pública o con algunos de los seguidores –que se disfrazan virtualmente para ser la amiga o el amigo confidente aun cuando se trate de un adulto pervertido- para planear su malévola acción?

Una foto subida a la red, que muestra a la chica en traje de baño, puede ser el inicio de la “oferta” en sitios ocultos para quienes no están inscritos en este “mercado” y las formas de coacción –amenaza, uso de la fuerza, solicitud de dinero cuando lo que prevalece es el secuestro- convierten en víctimas de trata, no solo al privado de su libertad sino aun a sus familiares o personas que tienen cierta autoridad sobre ellos.

Esta parte del crimen súper-organizado, se encuentra en algunas regiones por encima del tráfico de armas y muy cercano al de drogas. Y se agrava por la gran migración  de familias enteras que huyen de países en guerra o con líderes dispuestos a discriminar por cuestiones de religión, raza o condición específica de algunas poblaciones que con ello se ven disminuidas en su capital social y humano.[3]

La trata es un negocio por demás lucrativo,  no solo por su amplitud mundial sino por la impunidad casi absoluta de quienes participan en el mismo. Muchos países carecen de legislación adecuada o idónea, las penas en la mayoría de los casos son menores que las establecidas en el trafico de drogas[4] y el mercado del placer perverso, solo percibe a las víctimas como mercancía de consumo y desecho –se estima que en una década serán más diez millones de mujeres africanas-  y a sus familiares como ilusos atrapados en una búsqueda sin fin.

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[1] Hoy dado que la utilización en beneficio propio y de forma abusiva de la cualidades de un ser humano, ya no se reduce solo a las mujeres, se habla de trata de personas, que como consecuencia directa de la globalización incluye cualquier tipo de razas, edades y finalidades, es una descripción más genérica
[2] Algunos especialistas aseguran, que todos los años, el tráfico saca de América Latina un número de mujeres que oscila entre las 200.000 y 500.000, para ser introducidas en USA y en Europa. http://www.un.org/es/globalissues/women/#1325  http://www.oas.org/atip/reports/trata.aspectos.basicos.pdf  http://www.unicef.org/spanish/media/media_60620.html
[3] Entre las víctimas de trata y las personas objeto de tráfico, hay individuos que pueden ser solicitantes de asilo, a los cuales se les debe brindar la debida protección internacional y respetar el principio de no-devolución, según se puede verificar en documentos y programas del ACNUR.
[4] En virtud de esa concepción, surgen nuevos aforismos, como: “La mujer da más ganancia que el dinero y que la droga”, “La mujer se revende hasta que muere de sida. Los niños son una industria, etc.