La UG participa en Coloquio Internacional sobre deporte

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En este encuentro se contó con ponentes de México, Cuba, Dinamarca, Estados Unidos y Alemania.

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REDACCIÓN/Guanajuato, Gto. 26 de junio de 2018.- La regulación o no de la práctica deportiva, quién la hace, quién la controla y organiza, los alcances sociales, comerciales y de salud que ello implica, fueron algunas de las reflexiones que se hicieron durante el “Coloquio internacional Deporte Municipal 2018” que se desarrolló en el Forum Cultural Guanajuato los días 22 y 23 de junio, auspiciado por la Presidencia Municipal de León, la Comisión del Deporte del Gobierno del Estado y la Universidad de Guanajuato (UG).

Asistentes (Foto: UG)

De acuerdo al comunicado de prensa universitario, en este encuentro se contó con ponentes de México, Cuba, Dinamarca, Estados Unidos y Alemania, dirigido a entrenadores y deportistas, profesores y supervisores de educación física e instituciones de deporte.

Hubo conferencias magistrales, conferencias temáticas, paneles y grupos de discusión, talleres y trabajos libres bajo el tema general “la evolución es la cultura física en el siglo XXI”.

Precisamente en el panel de discusión “Perspectivas jurídicas del deporte en el siglo XXI”, participaron el Lic. Fernando Ávila González, el Lic. Miguel Navarro Castellanos y el Dr. César Federico Macías Cervantes, Director de la División de Ciencias Sociales y Humanidades  (DCSH) del Campus Guanajuato, este último en representación del Dr. Luis Felipe Guerrero Agripino, Rector General de la Universidad de Guanajuato.

Ante el cuestionamiento de cuál debe ser la estructura administrativa que el deporte debe tener como contexto para el desarrollo, el Dr. Macías Cervantes expuso que el deporte se concibió como un elemento que  aportaba a la construcción de la sociedad mexicana, porque el asunto es la posibilidad de controlar y organizar la práctica deportiva y el porqué hacerlo y hacia dónde dirigirlo.

«Si se revisa a historia de la administración del deporte, dijo, no solo en México sino en América Latina, se encontraría que desde principios del siglo XX se fueron dando una serie de medidas regulatorias, se daban reglamentos, códigos, leyes para tratar de propiciar que las prácticas deportivas que se estaban expandiendo en la sociedad, fueran precisamente algo que aportara a la construcción de las sociedades».

«Al deporte, continuó, desde inicios del siglo XX se le atribuyeron una serie de virtudes en las cuales se fincaba la esperanza de que se pudiera trasformar las sociedades y aunque hoy en día se tiene una sociedad “deportivizada”, habría que preguntarnos si esto hizo que se adquirieran las virtudes del deporte, tanto las físicas como morales y cívicas».

«Y si no, reflexionó el Dr. Macías, cabe preguntarnos por qué nuestras sociedades no han interiorizado estos valores que se suponen inherentes a la práctica deportiva, y si eso tiene que ver con la administración y organización de esa actividad».

Recordó que desde 1917 hubo alternativa continua de quien controlaba y organizaba las actividades deportivas en México, que podrían ser los militares o los civiles y pasaba de una mano a otra según los contextos del país y los internacionales.

Esto hacía que cada cambio se adoptaran medidas diferenciadas aunque las aspiraciones eran básicamente las mismas: todas ellas buenas intenciones, el asunto era la concreción de las mismas y el avance.

Hacia 1939, antes de la segunda guerra mundial había un elemento muy interesante que es parte de nuestra cotidianeidad y no reflexionado en su entera dimensión, dijo, que tiene que ver con el hecho de la construcción ideológica de la revolución mexicana y el régimen que de ella derivó, o sea toda la organización como estado en el siglo XX.

Así, el Estado tomó el deporte como un elemento simbólico fundamental, e incluso los desfiles conmemorativos de la Revolución Mexicana eran y son desfiles de deportistas, porque en cada conmemoración del Estado Mexicano, se refrendaba la promesa de lo que seríamos los mexicanos en el futuro, del sentido de la revolución: tener jóvenes así, para que el futuro de México fuera como esos deportistas de virtudes físicas, virtudes cívicas y virtudes morales.

Pero habría que preguntarse si ocurrió o no que el deporte nos hiciera mejores e interiorizar las lógicas y éticas del deporte, dijo en su conclusión el ponente, y cabría preguntar en qué medida la administración y las formas de organizar el deporte, de legislar en torno, han tenido que ver en esto.