UG exhibe pintura indígena novohispana en el MUG

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Exhibirán en el Museo de la Universidad de Guanajuato la pintura barroca “Bellísima María Patrona de Vizcaya”, del pintor indígena Mateo Gómez

CULTURA/Guanajuato, Gto. 01 de octubre de 2019.- La pintura al óleo fechada entre 1722 y 1740, cuyo autor fue Mateo Gómez, indígena “alumno estrella” de la Academia que los hermanos Juan y Nicolás Rodríguez Juárez, la “Bellísima María Patrona de Vizcaya”, obra representativa del arte barroco novohispano, será parte del acervo que podrá apreciarse en el Museo de la Universidad de Guanajuato (MUG), señaló el Coordinador de Bienes Muebles de la Universidad de Guanajuato, Lic. Alfonso Mario Martín Varela.

Restaurando (Foto: UG)

De acuerdo al comunicado de prensa, Mateo Gómez es un autor indígena, algo poco común en la época virreinal, cuando era muy complicado que estos artistas formaran parte de alguna Academia, y la academia de los hermanos Rodríguez Juárez fue una de las primeras escuelas de pintura del país que fomentaban el arte en las sociedad de la época.

Por su parte, el historiador Rafael Ocampo explicó que el estilo de la obra corresponde al denominado barroco primitivo o arcaizante de la primera mitad del siglo XVIII. En ella es perceptible una fuerte influencia de la pintura peruana que se refleja en la profusión de elementos decorativos, así como en la posición de la figura central y en la morfología triangular de su vestimenta.

La “Bellísima María Patrona de Vizcaya” es una pieza que da cuenta del auge del culto mariano en la Nueva España, que se manifestó en pinturas, esculturas, oraciones, sermones y textos; así como en la formación de congregaciones y de prácticas concretas como el rezo del rosario, ofrecimiento de flores, festividades y procesiones. Todo esto como respuesta y desafío a las posiciones críticas de los protestantes.

En este caso, la imagen conserva las características de la Madonna renacentista, es decir, la virgen con el niño en brazos, como exaltación de la maternidad.

Sobre el origen de la pieza, Rafael Ocampo mencionó que existe la posibilidad de que se haya tratado de un encargo de los jesuitas, o bien, de un obsequio a la Casa de Estudios o por parte de alguno de los numerosos habitantes de Guanajuato que emigraron de la región de Vizcaya, actual país vasco en España.