El Laberinto

Jalón de orejas

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Siempre tan concentrados en trabajar o en cumplir o en gozar, tan importante como las anteriores, que de pronto se nos olvida que todo lo que hacemos es posible gracias a que tenemos un cuerpo y que es este cuerpo también el que carga con los beneficios o las consecuencias de esto.

Hace algunos años, un colega se distraía el hambre en el trabajo comiendo fruslerías de bajo costo, alguna vez le pregunté porque se castigaba tanto en este tema y me dijo que estaba ahorrando, simplemente le respondí que sí, pero que aquellas palizas le iban a sentar terrible con esa alimentación. Se le olvidaba que no puede trabajar si su cuerpo enfermaba y ese detalle seguro le iba a salir más caro que una comida corrida a tiempo.

En el caso de las personas que tienen a otras bajo sus cuidados también suelen descuidar ese aspecto, desde ir a trabajar en harapos por dárselo todo a los demás, lo cual en un ambiente tan competitivo también genera estancamiento, hasta negarse atención médica que necesitan o simplemente darse un gusto. Se les pasaba el detalle de que quienes cuida son ellos y que si ellos no están bien tendrían que ser cuidados por otros,

Y ya entrados en la cuestión me pongo a mí misma como ejemplo de esto: en días recientes tuve tremendos problemas de salud por no beber agua, no es que me la niegue por ahorrar o que se la haya dado a mis seres queridos como en los ejemplos anteriores, si no que justamente instalada en el gozo de haberme reencontrado con las bebidas azucaradas o preferir una fría cervecita olvide tomarla. Mientras suspiraba por un enorme vaso de refresco con sus correspondientes hielitos me di cuenta de que también dándole gusto a este cuerpo que lo pedía es que lo había lastimado.

No hay que dejar pasar de largo los tirones de orejas que nos da nuestro cuerpo, el dolor por más odioso que nos parezca es un mecanismo de auto preservación y como tal debemos tomarlo, aunque mejor sería no esperar las señales, no olvidar que el cuerpo y nosotros somos la misma cosa y que no hay ningún objetivo o misión o goce realizable o disfrutable sin el mismo.