La Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, estaba lista, también el público, reunido en el Teatro Juárez, lo estaba. Roberto Beltrán Zavala, el director, subió al podio para decir que el concierto se retrasaría un poco más debido a problemas en la seguridad del escenario.
Mientras los peritos en protección civil inspeccionaban la zona donde ya estaban los integrantes del Coro del Bicentenario, la gente aprovechó para caminar y relajarse; quienes no estaban relajados eran los conductores de la radio universitaria, ellos habían comenzado la transmisión 20 minutos antes con entrevistas sobre el programa – la Octava Sinfonía de Mahler – y para ese momento habían agotado todo su arsenal informativo; tuvieron que enviar los micrófonos a cabina en 2 ocasiones, pero no fue suficiente.
Dalia Tovar y su compañero, Iván Montes, improvisaron más comentarios, el tiempo pasaba muy, muy lentamente, 10, 15 minutos…, hubo nerviosismo, angustia, y por supuesto, algunos errores ante el micrófono; hasta que Beltrán Zavala regresó al podio y comenzó a escucharse la obra que muchos comparan con la Novena Sinfonía de Beethoven por su confianza en el espíritu humano. Era la noche del 23 de octubre del 2023, y la edición 50 del Festival Internacional Cervantino. Ha sido la jornada más difícil para la comunicadora durante los 11 años que ha participado en el FIC.
Pero el momento tan penoso pronto fue digerido por Dalia al escuchar la obra de Mahler, que propone la redención de la humanidad a través del amor, con reflexiones sobre la gracia divina y la insuficiencia terrenal. –Es un canto de alabanza-dice ella; y efectivamente, por eso, muchos la comparan con la Sinfonía de Beethoven.
Si la creación del compositor que durante el nazismo en Europa fue incomprendido, la entusiasmó, también recuerda con vehemencia la charla con George F. Smoot, el astrofísico que obtuvo el Premio Nobel de Física en el 2006, y que vino a la edición 43 del FIC para ofrecer al público, reunido en el Auditorio de la UG una mirada hacia la infancia del Universo. Mediante mapas de temperatura, el científico expuso que el Universo, desde su inicio, fue formado por pequeñas fluctuaciones en calor que constituyeron las semillas de las galaxias que tomarían forma cientos de millones de años después.
Aquel año, 2015, cuando el Cervantino tuvo como eje central a la ciencia, vino otro científico, Roalf Hoffman, Premio Nobel de Química 1981. El tema de la charla, ofrecida en el Teatro Juárez, fue “La Química del Arte”, pero a Dalia y a gran parte del público, emocionó la historia personal de Hoffman, quien durante la invasión alemana a Polonia, tuvo que vivir junto con su madre, escondido 18 meses en la buhardilla de un vecino; ahí aprendió a leer y escribir cuando apenas tenía 6 años. Las charlas de los 2 Premios Nobel grabaron en el espíritu de la periodista que la grandeza de los seres humanos tiene como medida la humildad y que mientras más generoso sea este ser humano, es más feliz.
CON MARÍA KATZARAVA Y JAVIER CAMARENA
Con ese buen carácter que se refleja en sus comentarios y en la sonrisa, también recuerda la sencillez de los cantantes mexicanos María Katzarava y Javier Camarena, conocidos en muchas partes del mundo, pero que siguen siendo grandes seres humanos, conectados con la realidad y los anhelos de México.
Son muchas las experiencias que Dalia Tovar acumula por las transmisiones en vivo que Radio Universidad de Guanajuato – fiel compañera del Festival Cervantino – ha realizado desde diversos escenarios, pero, asegura que la mejor enseñanza adquirida es la solidaridad de la radio cultural más importante de Guanajuato.
Su charla esparce chispas de optimismo, agradecimiento a la vida, a Radio UG, a los héroes anónimos de las transmisiones – los técnicos -; la plática podría prolongarse mucho tiempo más porque las historias son tantas, pero el trabajo debe continuar, ya la esperan, se va con alegría y la esperanza de vivir otra edición del Festival Cervantino.
