“¿Quieres hacer cine? Hazlo”: Amat Escalante

Compartir

Guanajuato, Gto. 02 de junio de 2013.- Con la historia de la vida real de Amat Escalante, podría hacerse un buen guión.

Amat Escalante (Foto: Archivo)

Amat es el   joven  que recibió el reconocimiento al mejor Director de Cine  en Cannes Francia, hace unos días por su película  Heli;  pero no es el único premio que ha recibido en su trayectoria cinematográfica. En 2008 recibió el Premio Especial del Jurado en el Festival de Film Noir, en Italia, además del galardón al Mejor Director en Bratislava, Eslovaquia, por su película Los Bastardos y también obtuvo buenos resultados con su primera película Sangre.

El guión sobre la vida de Amat podría girar en torno a un muchacho de 29 años, que sueña con ser un gran director de cine. Un guanajuatense introvertido que tiene que enfrentar esa búsqueda de los elementos o las personas comunes y corrientes para decir lo que quiere comunicar. Y  lo ha encontrado a través del cine.

Amat es un chavo de hábitos saludables, que estudió becado en el Instituto Guanajuato, vegetariano, prefiere el agua de horchata al alcohol, que escucha música tan variada desde el heavy hasta Pérez Prado, le gustan las enchiladas mineras, las quesadillas del  Güero del Baratillo, las tortas de Don Toño y no le gusta bailar, sobre todo porque no sabe.

Su padre (Oscar Escalante) alguna vez cruzó la frontera de mojado. Su madre es norteamericana (Linda Wool), él nació en Barcelona, pero la mayor parte de su vida la ha pasado en Guanajuato capital, y  él dice: es guanajuatense. Esa es una buena historia. Pero ya está escrita, es la vida del propio Amat Escalante.

Los protagonistas de sus filmes son gente común

Algo que destaca y que coincide en sus largometrajes Sangre, Los Bastardos, y ahora Heli es que los protagonistas principales,  además de ciudadanos comunes, son todo, menos actores profesionales.

Por ejemplo la mujer que actúa en la película de Sangre, vende lencería en el Marcado Embajadoras y ahí sigue. Cirilo Recio, el protagonista principal de Los bastardos, era su vecino o mejor dicho le rentaba un cuarto a su abuela, después se fue al Saltillo de donde es originario. “El era muy extremo cuando lo conocí, tenía las barbas casi hasta el ombligo y el pelo muy desarreglado, unos lentes estrellados de mucho aumento, su manera de ser me causaba preocupación, le tomamos una foto y en la computadora lo rasuramos. Al principio no lo tomaba en serio, siempre llegaba tarde o no llegaba, hasta que hicimos unas pruebas de cámara. Cuando terminó la película cambió  un  poco su estilo, con la película se recuperó del abandono en el que estaba”, comenta Amat Escalante.

El joven director cosechó varios premios  con Los Bastardos  como Mejor Película Latinoamericana, en el Festival de Mar de Plata; Mejor Película en el Festival de Morelia; Mejor película Nuevas Visiones en el Festival de Sitges y el Premio de la Crítica en el Festival de Lima,  estuvo en Rotterdam y Gotemburgo, y en febrero del año siguiente llegó al Festival de Cine de Autor de Ginebra y en abril en Estambul, Turquía.

El presupuesto de Los Bastardos  fue de alrededor de 6 millones de pesos, mientras que Sangre solo costó alrededor de 2 millones 600 mil pesos, en total; de la película Heli no se ha hablado del costo.

«El último Emperador», un filme que marcó su vida

La trayectoria de este joven cineasta se vio marcada desde su niñez cuando asistía al cine club de la Universidad de Guanajuato, a ver películas de las muestras de cine, pero entre otras la que lo marcó, fue  El Último Emperador, que fue la primera vez que fue solo al Cine, a los 8 o 9 años.

Después cuando tenía alrededor de 15 años con sus primos, especialmente con uno de ellos y una cámara 8, “hicimos una cosa de mafiosos, Méndez y la Rata se titulaba, no edité, todo se filmó en la cámara como iba siendo, esa fue la primer cosa que hice”, señaló.

Eran tiempos de preparatoriano. Alrededor de los 16 años, dejó de ir a la escuela para ponerse a trabajar con su papá en Texas, en  los Estados unidos, donde trabajó en un restaurante de comida rápida y ahorró para comprarse una cámara super 8 de cine.

Después vino un video en VHS que fue la primer película que editó, “esa estuvo en varios Festivales y en Expresión en Corto, en la primera edición en San Miguel de Allende”, comentó.

Lo local es Universal

El consejo que da Amat para quien le guste el cine es: “si quieres hacer películas hazlas como puedas, con tu camarita de video editando en la computadora y mándalas a los festivales, en Guanajuato está el Festival de Cine Expresión en Corto y a otros, porque aunque uno crea que lo que tiene que contar es muy local o no le va a interesar a nadie no es así. Yo no creo en las cosas locales. Lo que es local es universal, porque aunque sea local para quien lo está viviendo,  lo que uno tenga que contar muy probablemente a alguien de China o Rusia le interese”, afirma.

*

(La presente entrevista fue actualizada por el autor, porque fue publicada en 2008 en el periódico Milenio)