Hay más niñas en la situación de Margarita

Compartir

Guanajuato, Gto. 22 de agosto de 2013.- Al señalar que poco han podido hacer para evitar que los perpetradores gocen de impunidad, Iovanna Rocha Cano comentó que el caso de la niña de 11 años  que dio a luz en un hospital de la capital no es la única situación de abusos de menor que ha sido denunciada ante las autoridades capitalinas.

Iovana Rocha Cano, titular de la dependencia municipal (Foto: Archivo)

Según comentó la funcionaria, se han cometido alrededor de 20 casos de abuso en contra menores de edad en lo que va del año en Guanajuato capital, y detalló que las víctimas son principalmente mujeres, de las cuales sólo un 40 por ciento denunció ante autoridades judiciales la vejación, la tortura y el abuso sexual.

Tras reconocer que la situación es grave, la directora de Atención a la Mujer Guanajuatense en el municipio  reveló que tan sólo la semana pasada atendieron tres casos de abuso erótico sexual en contra de niñas de 14 años, cuatro y dos años.

Asimismo puntualizó que hace un mes se denunció el abuso sexual en contra de una bebé de seis meses.

En el mismo sentido, Rocha Cano declaró que la dependencia tiene documentados 19 casos y en uno no hay información completa, pero en el resto han apoyado a las víctimas en los procesos que ellos mismos han decidido, apoyo legal, psicológico o ambos.

Con respecto al caso de Margarita, niña de 11 años que dio a luz la semana anterior, la funcionaria señaló que la dependencia a su cargo documentó el caso desde el año pasado, cuando una de las familiares se acercó a la Dirección a buscar asesoría y preguntar cómo podían hacerle para acabar con la impunidad que se vivía en esa casa.

En palabras de Rocha Cano, “En ese domicilio todas las niñas que la habitan, tres o cuatro, todas se llaman Margarita, porque así se llama la mamá del agresor”. Agregó que en algunos de estos casos se presenta el síndrome de Estocolmo, porque inclusive llegan a proteger al agresor, como puede ser, sin asegurarlo en este caso.

Comentó que las trabajadoras sociales enviadas por la Procuraduría de Justicia, y en su momento el DIF estatal, no pudieron hacer las verificaciones correspondientes porque, de forma reiterada, el hombre se presentaba en la casa a influir en el proceso. “Nosotros nos acercamos y llegamos a participar en el proceso auxiliar del DIF y tratamos de ir más allá, ahora no te puedo decir dónde está la niña porque sabemos que la tienen en un albergue, pero lo que te puedo decir es que este caso se caracterizó por la cantidad de amparos que presentó el padrastro ante la autoridad judicial”, dijo.

Reconoció en el mismo sentido que como autoridades no supieron que éste ya era un síntoma, sino hasta cuando se solicitó una orden de cateo por parte de la Procuraduría de Justicia y el juez la negó. “Ahora tenemos varias víctimas y un prófugo de la justicia. La niña Margarita sólo es la parte visible del problema, porque en ese domicilio ubicado en la calle Tamazuca, en la zona centro de la capital es habitado por más niñas y niños, incluyendo al hijo de este agresor”, reveló.

Finalmente, la funcionaria subrayó la necesidad de fortalecer el trabajo de los peritos, y pidió también “atender a un protocolo más elemental de atención a víctimas como es creer en la palabra de los niños cuando denuncian una agresión”.