Para estas vacaciones, Cañada de la Virgen

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Guanajuato, Gto. 29 de diciembre de 2014.- En estas vacaciones descubre Cañada de la Virgen, en San Miguel de Allende, que exhibe la grandeza de José Luis Romo Martín con la exposición “Ya ajuä ha ra u’ada | Deidades en el maguey”.

Cañada de la Virgen (Foto: Especial)
Cañada de la Virgen (Foto: Especial)

José Luis Romo Martín, de acuerdo con un comunicado del IEC, es un artista otomí que se formó como pintor en la ciudad de México, donde se relacionó con creadores importantes, entre ellos su mentor Gunther Gerzso. La obra de Romo, además del goce estético que suele producir en las personas que la contemplan, encierra mensajes en varios niveles.

Mismo que para este periodo vacacional engalana las salas del CAV del Instituto Estatal de la Cultura en Cañada de la Virgen, un asentamiento prehispánico, enclavado en la frontera septentrional de Mesoamérica, es la primera sede en el país que recibe dicha muestra que permite dimensionar la importancia del legado de los Mexicas.

De esta zona arqueológica, cuyos principales monumentos se utilizaron para realizar observaciones del cielo, podemos agregar que su traza urbana refleja los ciclos cósmicos a los que se vinculaba la vida de grupos de agricultores que también practicaron la recolección y la cacería de las regiones semidesérticas aledañas e intercambiaron con otras regiones mesoamericanas objetos utilizados en actividades rituales.

El horario de visita es de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas (último recorrido a las 17:00 horas). Y tiene un costo de recuperación de 30 pesos para mayores de 12 años y de 10 pesos para mayores de 5 y menores de 12 años.

Se recomienda llevar zapatos cómodos, sombrero o gorra, protector solar y agua. Se prohíbe entrar con alimentos y bebidas embriagantes, cigarros, pipas y armas; mascotas, el uso de equipo de fotografía y filmación profesional; entrar con carreolas, bicicletas, motos y cualquier otro vehículo no autorizado.

Sobre la obra de Romo Martín se puede decir que expresa la cosmovisión del México profundo, de raíz mesoamericana, sin dejar de reflejar las corrientes estéticas contemporáneas. Romo, por medio de su producción plástica, ha logrado proyectar su identidad étnica hacia la cultura universal.

La obra reciente del maestro se encuentra sobre la frontera entre la pintura y la escultura. Tiene dos vertientes. La primera es el maguey, planta sagrada de los otomíes del Mezquital, que durante milenios les ha dado bebida, alimento, vivienda, ropa, medicina, combustible y mucho más.

La segunda es el recuerdo de los antiguos dioses, que personifican las fuerzas naturales sacralizadas.

En las máscaras resultantes se manifiestan las deidades por medio de las formas del maguey. Una serie de bronces, realizada de 2003 a 2004, es producto de la primera incursión del artista por estos caminos de exploración plástica; su vocación de pintor se revela en el manejo de las sutiles policromías de las pátinas.

En otras dos series, creadas de 2009 a 2013, Romo decidió trabajar directamente sobre las pencas del maguey, modificando su forma durante el proceso de secamiento, terminando las superficies con aplicaciones de pintura al óleo y hojas de metales preciosos.