Candil de la Calle

Partos adelantados

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(Foto: Especial)
(Foto: Especial)

Tres mil 257 adolescentes menores de 18 años se convirtieron en madres el año pasado, sólo en la ciudad de León, la que ocupa el primer lugar en embarazo adolescente en el estado.

Podría pensarse o concluirse con suma facilidad que esta estadística es consecuencia del número de habitantes, de que es el municipio que concentra al más importante porcentaje de guanajuatenses con respecto a los 45 municipios restantes.

No todo tiene qué ver con la densidad. Otras razones inciden y acusan decisiones equivocadas (o irracionales) y ausencias en esta realidad de tantas adolescentes.

Sobre este asunto vino a hablar a Guanajuato la secretaria de vinculación con la sociedad del PRI nacional, Laura Elena Herrejón, una activista de la sociedad civil ahora incrustada en la estructura del CEN del tricolor (no sabemos si como una pérdida o como una ganancia de la lucha ciudadana, la duda nos corroe. Bueno, no tanto).

Herrejón, por ejemplo, fue una de las impulsoras desde la sociedad civil organizada, de la primera mega marcha contra la inseguridad en el calderonismo violento, en mayo del 2004.

En fin. Esta vez, el tema de Herrejón fue el embarazo adolescente, y dentro de éste, el dato duro que refleja una dinámica preocupante en la vida de las niñas y adolescentes guanajuatenses, cuyas vidas se ven determinantemente transformadas con una maternidad inmadura, impreparada y frecuentemente, también con secuelas para su hijo o hijos, además de la interrupción de los estudios del hecho de que muchos de los varones que procrean hijos con estas jóvenes no estarán asumiendo las responsabilidades derivadas de su paternidad, así de fácil.

La visita de la funcionaria priísta tuvo como propósito reunirse con regidores y regidoras electas del PRI y sociedad civil, para abordar el tema y proponer políticas públicas o propuestas para la información, la prevención y la atención.

Porque la contundencia de las cifras se resume en un hecho: de los 32 estados y el DF, Guanajuato está entre los cinco con mayor número de embarazos entre adolescentes de 15 a 19 años.

Apena que Laura Herrejón haya aprovechado la oportunidad para resaltar las políticas del gobierno federal en este rubro y criticar la desatención —o incluso, las políticas favorecedoras de la multiplicación del problema— por parte del gobierno del estado.

Políticas que desvaforecen las oportunidades de desarrollo de las mujeres, limitan capacidades, truncan futuro… deciden el destino por ellas y no con ellas, entre muchas otras implicaciones.

De todos modos, uno de los mensajes fue que el gobierno de Guanajuato redujo en casi un 30 por ciento la adquisición y distribución de la pastilla de emergencia (o “píldora del día siguiente”) y que ha reducido la colocación de dispositivos como política de prevención.

Ni había necesidad de la jiribilla.

La realidad habla por sí sola.