Una linda Pichicuata

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Recientemente, un amigo mío que vive en Valenciana encontró una serpiente con atractivos patrones en la piel y me pidió identificarla. Al observarla, resultó ser un saludable y muy hermoso ejemplar adulto de un ofidio al que se denomina serpiente Lyra Mexicana o Pichicuata (Trimorphodon tau), una especie con la que me he ido familiarizando durante mis travesías y estancia en el Estado de Guanajuato. Desafortunadamente, muchas de estas serpientes mueren atropelladas o a mano de personas que las consideran peligrosas o, siguiendo supersticiones, piensan que son animales relacionados con el demonio. Estas creencias son todavía muy fuertes en esta zona. Los especímenes que he encontrado en el camino entre El Edén y Tajo de Adjuntas, han sido juveniles o subadultos. Durante los años que viví en Ex-Hacienda Santa Teresa fue cuando comencé a observar serpientes muertas en los caminos sobre todo en la temporada de lluvias, entre ellas la Serpiente Lyra o Pichicuata), la cincuate (Pituophis deppei), la culebra agua (Thamnophis sp.), y en ocasiones especímenes de la llamada culebrita (Tantilla bocourti). Desgraciadamente en los casos de atropellamiento, los animales están muy dañados como para permitir identificación acertada.

El hecho de que estos animales sean atropellados se debe, sin lugar a dudas, a que su habitat ha sido afectado y fragmentado por la expansión urbana. Construcción de edificios, casas y caminos y la destrucción de malezas, junto con la contaminación y la inadecuada forma de deshacerse de desechos muchas veces tóxicos son en gran parte la razón por la que estos animales salen de sus guaridas y se exponen a la muerte.

Las serpientes del género Trimorphodon, conocidas comúnmente como Serpientes Lyra, reciben su nombre debido al singular diseño de su piel, con patrones en forma de lira o de V, sobre todo en la cabeza. El nombre genérico, Trimorphodon,  se deriva de las raíces griegas “tri”, tres, “morphe”, forma y “odous”, diente. El nombre surge a partir del hecho de que esta serpiente tiene tres diferentes tipos de dentición en la mandíbula superior: dientes anteriores curvos, dientes más cortos enmedio y grandes colmillos con ranuras en la parte posterior de la mandíbula, que son los que inyectan veneno. En el genus Trimorphodon están incluídas varias especies de serpientes que ponen huevos. Las ligeramente venenosas Culebras Opistóglifas que pertenecen a la Familia Colubridae, habían sido, hasta hace poco, consideradas como una subespecie de la serpiente Lyra occidental, conocida aquí como falsa nauyaca o llamacoa de noche (Trimorphodon biscutatus)1, que tienen cuerpos más angostos, cabeza más ancha y cuello angosto y ojos redondos con pupilas verticales y son por lo general, nocturnas.  Las serpientes Lyra habitan en las regiones del suroeste de los Estados Unidos, México y América Central, y viven por lo general entre rocas, peñascos, grietas y en troncos huecos. Son excelentes trepadoras y se alimentan de lagartijas, roedores, pájaros, murciélagos y hasta de algunas serpientes. Aunque venenosas, no se les considera como letales para los humanos. La serpiente Lyra o pichicuata (Trimorphodon tau) es mediana y puede medir hasta 80 centímetros de longitud, aunque normalmente es más pequeña. En México se distribuye desde Sonora hasta la parte central de Oaxaca (pasando por Guanajuato), a través de la vertiente del Pacífico y de Tamaulipas hasta el centro de Veracruz en el Golfo de México. Estas serpientes son de temperamento reservado y nocturnas, algo que no facilita su estudio. Aquí en México las encontramos por lo general en el bosque tropical caducifolio y en el matorral desértico, sin embargo también se le encuentra en bosques secos de pino y encino así como en pastizales con mezquites. El que se le encuentre a veces en construcciones nuevas se debe a que originalmente esa zona era habitat natural de la serpiente, como mencionamos anteriormente. Las serpientes Lyra se reconocen por tener generalmente una banda de color claro en su piel y en lo que sería la nuca en donde tienen un ligero hundimiento. El color de la cabeza va de café a café grisáceo o negro, y sus bandas transversales son de tono similar. La parte dorsal es normalmente gris, bronce o café pálido oscureciéndose hacia la parte posterior. El patrón que tienen en su piel consiste en bandas transversales en series que pueden ser de 18 a 46. Estas bandas son un poco más oscuras que el tono de la piel de la serpiente y se oscurecen hacia las partes laterales. La parte ventral es color crema, beige claro o a veces tono salmon. Sin embargo, en algunos especímenes, el vientre es moteado con extensiones de bandas transversales y manchas esparcidas irregularmente. También hay serpientes que tienen su vientre casi inmaculado.2

Hay dos subspecies reconocidas de pichicuata (Trimorphodon tau), Trimorphodon tau tau y Trimorphodon tau latifascia. La diferencia es el patrón que tienen en la cabeza. La Trimorphodon tau tau se llama así porque la marca que tiene en la cabeza tiene la forma de “tau” la letra “T” en griego. Casi en todo el territorio mexicano se le conoce como pichicuata o Lyra, pero en  algunas partes de Guanajuato y del país , se le conoce con diversos nombres, como Víbora pichicuata,  Culebra casera, Culebra de cruz en la frente, Falsa nauyaca mexicana, Culebra Opistoglifa Namada y Falsa coralillo. Quienes no son especialistas, muchas veces la confunden a primera vista lo largo del país a esta y otras especies con auténticas serpientes coralillo (Micrurus sp. & Micruroides sp.), Familia Elapidae.

Durante mi estancia en Ex-Hacienda Santa Teresa, en Guanajuato capital, tuve la suerte de haber podido observar, entre septiembre del 2010 y marzo del 2012, un espécimen de serpiente lira que rescaté en la zona urbanizada, de aproximadamente 50 cm de longitud y cuyas fotografías ilustran este artículo. La encontré un día como a las 10 de la noche en septiembre del 2010 cerca de mi casa, obviamente buscando alimento, quizá ratas o ratones. Tras capturarla la coloqué en un tanque de vidrio en donde puse tierra y una rama muerta y pude observar su comportamiento durante 18 meses. Después la liberé cerca del lugar donde la encontré. La serpiente pareció adaptarse a la vida en cautiverio. Su dieta consistía en ratones y ocasionalmente lagartijas que yo colocaba en su tanque. Después de comer, la serpiente se aseaba durante aproximadamente 50 minutos, utilizando sus mandíbulas, comenzando desde la zona cercana a la cabeza. Cuando se sentía amenazada, levantaba su cabeza y la parte superior de su cuerpo en posición de ataque emitiendo un silbido y agitando su cola simultáneamente, comportamiento similar al que tiene la serpiente cascabel (Crotalus sp.), familia Viperidae.

En retrospectiva, considero un privilegio el haber podido observar este fascinante espécimen.

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Bibliografia

  1. DeWitt,T.S.,T.J.LaDuc,&J.A.McGuire. 2008. The Trimorphodon biscutatus (Squamata: Colubridae) species complex revisited. A multivariational statistical analysis of geographic variation. Copeia 2008: 370-387.
  1. McDiarmid, R.W.,& N.J.Scott,jr. 1970. Geographic variation and systematic status of Mexican lyre snakes of the Trimorphodon tau group (Colubridae). Contri. Sci., Nat. Hist. Mus. Los Angeles Co. 179: 1-43.

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