Irapuato, Gto 30 de agosto de 2017. Durante la temporada de lluvias la Junta de Agua Potable y Alcatarillado del Municipio de Irapuato (JAPAMI) reforzó sus acciones para mantenerse a la vanguardia en el tratamiento de agua residual y disposición final de la basura.
Flotantes, plásticos, sólidos suspendidos y grasas llegan a diario a las cinco plantas de tratamiento de aguas residuales que opera Japami, los cuales son separados a través de diversos procesos de limpieza.
Esto se suman a las que el organismo realiza de manera continua y a través del programa anual de “Limpieza de Bocas de Tormenta”, mismo que finalizó la segunda semana del mes en curso, dando mantenimiento a más de 20 mil unidades.
Las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), se ubican en la salida a Pueblo Nuevo, 1° de Mayo, Rastro Municipal, Encanto y Malvas, donde llegan las descargas emanadas de hogares, centros de trabajo y negocios.
A las cuales llegan 15 metros cúbicos de basura por semana lo que representa un total de 32 toneladas.
La Planta Salida a Pueblo Nuevo, cuenta con una capacidad máxima de 1,000 litros por segundo (lps) y sanea el agua residual de la zona sur de la ciudad.
La PTAR 1° de Mayo, cuenta con una capacidad para tratar hasta 500 lps de agua residual.
Planta Malvas, cuenta con un humedal y un Reactor Anaeróbico de Flujo Ascendente (RAFA) la cual sirve a la comunidad de Malvas Revolución y una capacidad de tratamiento de 0.5 lps.
Planta Rastro, cuenta con un tratamiento químico un RAFA, sedimentación y Aeración, con el fin de tratar 1 litro por segundo de las aguas residuales provenientes de las actividades de matanza y limpieza en el rastro municipal.
La Planta El Encanto, se ubica en el acceso al Fraccionamiento que lleva el mismo nombre y descarga a un costado del arroyo Santa Rita, trata 6 litros por segundo de aguas residuales.
Al respecto JAPAMI solicitó el apoyo de la ciudadanía para sacar la basura de los domicilios en los horarios establecidos, depositarla en su lugar así como barrer el frente de las casas, esto con el objetivo de disminuir la cantidad de sólidos que terminan en las alcantarillas y plantas de tratamiento, factor que impacta de forma negativa en el funcionamiento del sistema de drenaje, alcantarillado y saneamiento de la ciudad.