REDACCIÓN/Guanajuato, Gto. 01 de octubre de 2017.- “No existen los desastres naturales; entre cualquier hecho de la naturaleza y sus efectos sociales está la sociedad, los desastres tienen que ver con lo que ésta ha hecho en relación con el medio ambiente”, sostuvo el Dr. Antonio Azuela de la Cueva ante estudiantes y docentes de la Universidad de Guanajuato (UG).
Invitado por el Programa de Manejo Ambiental y Sustentabilidad que encabeza el Lic. Dante Acal Sánchez, el Dr. Antonio Azuela de la Cueva dictó ante la comunidad universitaria la conferencia magistral “Ciudades Resilientes: un acercamiento a partir del derecho a la ciudad”.
El Dr. Azuela de la Cueva obtuvo su grado en sociología por la Universidad Nacional Autónoma de México; Magíster en Derecho por la Escuela de Derecho de la Universidad de Warwick, Inglaterra y licenciado en Derecho por la Universidad Iberoamericana.
En el Salón de Actos de la División de Derecho, Política y Gobierno (DDPG), el destacado universitario invitó a los presentes a reconocer la pluralidad de la sociedad como fuente de un derecho moderno: “tenemos que hacernos cargo de que en la sociedad hay divisiones, que somos una sociedad moderna en donde hay diferentes actitudes frente al derecho y los juristas no pueden vivir en la fantasía de que algún día la sociedad va a ser homogénea y todos van a pensar igual”.
Abordó por supuesto el tema de los recientes sismos y la obligada referencia a 1985, lo que sigue vigente y lo que cambió desde entonces, como el Derecho Ambiental y la representación del interés público, que ya no es monopolio de quienes ganaron una elección pero, en ese mismo orden, los perjuicios que se pueden generar al pretender representar al otro sin siquiera consultarle.
De entrada, refirió que la dicotomía urbano-rural ya no es un concepto correcto, pues la realidad obliga a romper esta frontera y esa inequidad y, en lo que toca al Derecho Ambiental y Urbanístico, se consideran “ramas” no solo separadas sino incluso “enemigas”, al grado que los ambientalistas ven precisamente como “enemigas” las ciudades.
En los planes de ordenamiento territorial se ha logrado superar esto, dijo, pero aún se deben combatir rezagos pues otra herencia en el tema ambiental y urbano es el viejo y el neo constitucionalismo, la nueva manera de ver el orden jurídico donde el eje del análisis son los derechos fundamentales que deben ser el corazón axiológico del pensamiento jurídico, pero se deben abordar con otras herramientas.
Hizo notar que en el terrible sismo del 85, ni siquiera se supo definir el número de víctimas mortales, que van desde 15 mil a 40 mil personas, dato que está incluso en el Servicio Sismológico Nacional. En este septiembre de 2017, observó, se cuentan hasta ahora casi 400 muertes.
“A pesar de ello la reacción social es muy parecida, la indignación y el impacto es tan intenso como entonces” pero ahora con la diferencia de que las afectaciones no solo fueron en México, sino que afectaron por igual a la ciudad más grande del país y asentamientos rurales y es lo mismo en el orden moral, que caigan edificios sobre la gente en el campo que en la ciudad y en el Derecho tienen que tener el mismo peso.
Hoy también, indicó, los abogados tendrán trabajo pesado de deslinde de responsabilidades ante estos hechos que dan una idea de que estamos ante un paisaje institucional y social nuevo que obliga a replantear conceptos y, con esta herencia de ideas frente a los hechos, “hay que tener la humidad de consultar una de las ciencias sociales más olvidadas: la geografía, que permite ver la sociedad y el territorio, redefinir conceptos”.
Al final de la conferencia hubo intercambio de comentarios y preguntas de los asistentes, y el Lic. Dante Acal Sánchez, responsable del Programa de Manejo Ambiental y Sustentabilidad, entregó un reconocimiento al Dr. Azuela de la Cueva, no sin antes señalar que el derecho a la ciudad es “el derecho de toda persona a crear ciudades que respondan a las necesidades humanas”.
