Histomagia

Afición espectral

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En Guanajuato otros acompañantes como fantasmas, espectros y espíritus, están siempre presentes, aunque no los veamos, pero sí suframos sus acciones, así fue como le pasó a Cristina en su propia casa…

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En Guanajuato, estar en compañía de las personas vivas es una actividad que la define por ser una ciudad cosmopolita, pero tan lo es que otros acompañantes como fantasmas, espectros y espíritus, están siempre presentes, aunque no los veamos, pero sí suframos sus acciones, así fue como le pasó a Cristina en su propia casa. Ella me cuenta que la casa familiar es una casa grande, con enormes patios, plantas y una pileta que ayuda a mantener el frescor en estos tiempos de calor, su recámara es grande también y tiene su propio baño, comodidad que se agradece por las noches, pues si no tendría que salir hasta el patio trasero a medias de la noche y, dado lo que recientemente le sucedió, en verdad el sólo pensarlo la hace temblar. Me relata Cristina que la noche del pasado viernes llegó de su clase de ballet que toma en una casa del centro de la ciudad, a Puentecillas donde ella vive y que es una comunidad ubicada en la zona sur de Guanajuato, por lo que llegó a cenar, tomar un baño y dormir profundamente en un sueño reparador, al menos esos eran sus planes, pero al parecer los de un ser que siempre la espera en su cuarto, no. Me dice que ya se había aseado por lo que se metió a dormir a su cama, su perrito fiel se acostó en la cama con ella, como todos los días, y se quedaron dormidos al momento. Cristina me dice que casi comenzando a soñar, escuchó gruñir a su perrito y eso la alertó, abrió los ojos y en efecto el can estaba parado en la cama, viendo fijamente hacia una de las esquinas del cuarto, la mirada era tan extraña que de inmediato ella se dio a la tarea de que el perrito le hiciera caso y le llamaba por su nombre, el animalito no hizo caso alguno, de hecho se puso en la posición de ataque, y fue entonces cuando Cristina sintió que había alguien detrás de ella, volteó con rapidez y no estaba nadie, extrañada voltea a ver a su perro en el reflejo del espejo que está junto a su cama, y cuál es su sorpresa que ve cómo su pelo largo es levantado por una fuerza extraña, como si lo tomaran con los dedos, con cuidado. Aterrorizada ante tal situación, Cristina sólo atina a tomar su mascota entre sus brazos, y  quiere desesperadamente salir de ahí, se dirige a la puerta y es cuando una sombra negra, que se desplaza enfrente de ella, se refugia en la esquina del techo de su recámara, no puede creer que esto le esté pasando, las lágrimas del horror comienzan a brotar incontrolables, su perro ya no ladraba solo miraba fijamente esa sombra que estaba recluida en la esquina, cierra los ojos y se regresa a refugiarse en su cama, se meten entre las sábanas y se cubren esperando que ese espectro oscuro se vaya de una vez por todas. Pasan los minutos. Cristina decide asomarse y ver si todavía ese ser sigue ahí, levanta la sábana y aliviada ve que ya no está la espantosa aparición que hoy, decidió acercarse y tocarla. Reza y pide que pueda tener un sueño plácido y así fue, se queda dormida y a la mañana siguiente la despierta el gruñido de su perro, ella piensa: “no puede ser que esa entidad haya regresado y en pleno día”, voltea a la esquina y no hay nada, mira a su mascota y está profundamente dormida, como sufriendo en sueños la interminable noche vivida. Cristina la acaricia y se levanta a comenzar su día, al pararse siente en que pisa algo suave, agacha su cara y ve cómo es que varios mechones de su pelo están regados profusamente en el piso, se toca su cabello y siente que sí ha sido cortado, se mira al espejo y recuerda cómo fue el horror de esa noche. Aterrada ante tal acontecimiento, sale y busca a su mamá para mostrarle lo que le sucedió. Su mamá acude a su auxilio y deciden que ya no será ese su cuarto, que bendecirán su casa para echar fuera ese espectro del inframundo.

No sé por qué el ser le cortó el pelo a Cristina, tal vez es una manera de ejercer poder sobre una persona aún viva, o tal vez envidie el estar vivo otra vez, ¿quieres conocer a Cristina? Ven, lee y anda Guanajuato.