Charamuscas y Trompadas

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Ya no se sabe qué tiene más preocupados a los guanajuatenses, la boda de Juan Manuel Mireles Valverde, subdelegado del ISSSTE en Michoacán de 61 años con una joven de 21 años; que no aparecía el cuerpo de José José, o que los senadores de Morena, sigan con la cantaleta de la desaparición de Poderes en Guanajuato y Tamaulipas.

Este último caso se ventiló profusamente en discursos y posturas desde la semana pasada principalmente de panistas, comenzando por el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, los diputados del PAN en San Lázaro, senadores, diputados locales, líderes empresariales y un largo etc., sigue vivo con la aprobación de un punto de acuerdo de la Comisión de Gobernación en el Senado de la República, para ampliar el plazo de resolución.

De lado quedaron los tres acuerdos que planteaban la creación de subcomisiones o grupos de trabajo para la revisión de cada caso.
La legislación actual marca 5 días, ahora quién sabe. Lo cierto es que ya se imaginan el chicotito en el que se convierte el tema, cada vez que los morenistas juzguen conveniente jalar la correa.

Ya se había cantado que ayer el coordinador y un asesor de Morena, dejaban en cargo consecuencia del relevo en la jefatura del grupo parlamentario que dejó Ernesto Prieto Gallardo a su compañero Raúl Márquez Albo.

Y Vaya que necesitan consejeros de cepa que los orienten para mantenerse alejados de los escándalos en los que andan metidos, principalmente la presidenta de la Mesa directiva del Congreso, María Guadalupe Salas Bustamante, que ya suma dos demandas por el tema de las partidas de apoyos sociales y el propio Ernesto Prieto que está en litigio político tratando de que se le reconozca, de nueva cuenta en el Padrón de Morena.

Y mientras tanto en Cuévano, la advertencia de que es momento de hacer ajustes en el gabinete municipal, que hizo el propio presidente, Alejandro Navarro Saldaña, a un casi un año de su mandato –asumió el cargo el 10 de octubre– a nadie le ha quitado el sueño.

La mayoría sabe que si ya llevan un año, lo más seguro es que los aguante otros dos, aunque el propio alcalde también les ha advertido, que ahora sí los van a poner a trabajar, porque el año entrante, si no cuajan los proyectos, los ciudadanos les van a cantar debut y despedida.