Histomagia

SALGADO

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Al estar en una ciudad que es representativa de la libertad en nuestro país y que posee edificios que hablan de esa parte de la historia como lo es la Alhóndiga de Granaditas, no dejas de asombrarte con las voces que representan las vivencias de los guanajuatenses, quienes sin duda fueron el semillero de insurgentes anónimos que dieron su vida para que nosotros tengamos libertad política y libre albedrío.

Hace poco, un amigo me comentaba que hubo un tiempo en que la Alhóndiga fue la cárcel de Guanajuato y que en ella se cometieron los más deleznables abusos de autoridad. Gritos nocturnos, frías ventiscas, murmullos y demás, se escuchan en los pasillos que ahora son parte de uno de los museos más representativos de México. Él no quiere entrar en detalles, pues cree que si hablamos de ello, le sucederán irremediablemente.

Dice también que hubo un tiempo en que la cárcel se trasladó a los que ahora es la Facultad de Arquitectura, ahí junto a Belém, y que también ahí se tiene una horrible sensación de que alguien te está viendo, el frío repentino, escuchas voces bajas que no son de este mundo. No, si el miedo no anda en burro.

La cárcel luego estuvo en lo que ahora es la calle Alhóndiga. Dicen que como la calle se llamaba Salgado, así se le conocía: la Cárcel de Salgado.

Me cuenta una entrañable amiga, que antes de egresar de la Normal, cuando ella daba su Servicio Social Profesional ahí en ese lugar, muchos de los presos le contaban los sucesos paranormales que les pasaban: objetos lanzados, respiraciones afanosas al intentar conciliar el sueño, jalones de cabellos cuando pasaban por ciertos pasillos, rasguños en el interior de las paredes lo que es evidencia de que ellos también daban cuenta de los túneles que aún conectan por debajo al antiguo Guanajuato y de los gritos y murmullos que, hasta la fecha,  aún salen de esos túneles.

Me queda claro que vivir en Guanajuato, como ya lo he dicho, es la convivencia de vivos y muertos, que proveen de leyendas e historias el imaginario social, pero que son REALES porque en verdad lo han vivido, lo han visto, lo han sentido. Nadie se los ha contado.

No me queda duda que cada uno, en diferentes tiempos, percibe otras realidades que muchos dicen son otra dimensión, otro espacio, que según la física cuántica conviven por medio de espacios-tiempos que se cruzan.

No sé cuántas explicaciones científicas pueden dar sobre estas vivencias, pero lo que es cierto es que infinidad de personas en el mundo han tenido este tipo de experiencias que muchos consideran inverosímiles porque ellos no lo han vivido. Siempre he dicho que si no se cree en esas cosas, entonces no debe de existir ningún problema en invocar a esas fuerzas para saber, de viva voz y en carne viva, si es verdad o no.

Podría seguir contando y reflexionando sobre estos eventos, pero no creo que pueda ser tan efectivo como el venir para acá, lo escuches y vivas por ti mismo. Anímate: ven, lee y anda Guanajuato.