La Luna, como una flor en el alto arco del cielo, con deleite silencioso, se instala y sonríe en la noche.

William Blake (1757-1827) Poeta, pintor y grabador londinense.

Influjos de la luna

Sintió el deseo de mirar la luna por la madrugada
en el frescor otoñal a la intemperie,
silueta cronológica transfigurada,
constante vita nuova en los versos de Alighieri.

De pronto escuchó una voz atronadora
“el cel y la cartera o te lleva la chingada”,
previo a la presencia de la aurora
y en lugar de los suspiros de la amada

con los que su cerebro fantaseaba.
No le quedó más que aceptar su mala suerte,
pues era en serio y no balandronada.

Así que no le quedaba hacerse el fuerte,
so pena de sentir en el estómago una puñalada…
“Por Dios que mejor corro, cabrón, hasta perderte”

Poema de amor y comprensión

No busques el sufrimiento para hacer un poema,
no busques en las tribulaciones del desvelo.
El amor es ajeno a quien todo blasfema,
a quien todo lo mira con maldito recelo.

Abre tu corazón si te refieres al amor,
ubica a tu ser amado en un nicho angelical,
no la lastimes ni con el pétalo de una flor,
jamás hagas referencia a que te trató mal.

Salúdala cada día haciéndole una reverencia,
no importa que sientas a tu alma desolada,
porque en la vida te regaló sólo su ausencia…

Pero ahora que recuerdo fuiste siempre malvada,
sin consideraciones me diste indiferencia.
Así que mejor vete a la… ya mejor no digo nada.