Histomagia

SIGUIENDO UN RÍO

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Guanajuato es una ciudad para recordar. Cada uno de sus habitantes siempre que pasa por sus calles subterráneas -antes ríos-, callejones, plazas, iglesias y cerros, entrecierra sus ojos para poder ver, desde la distancia del pasado, todas sus remembranzas porque, eso sí, esta ciudad es un lugar con historia viva, pues da cuenta de los hechos históricos que dieron la Independencia a nuestro país, y que aún hoy registra sus hechos desde el cómo se forman las momias en este suelo y gavetas, pasando por la construcción de minas y túneles en la ciudad siguiendo un río, hasta las histomagias que dan cuenta sí de las viejas leyendas, pero, sobre todo, de los nuevos relatos sorprendentes y paranormales que registran la convivencia con fantasmas, aparecidos, espíritus, y entes, que cuidan, protegen o algunas veces asustan a esos que no saben de que en este lugar los muertos tienen presencia, no sólo en noviembre, si no todo el año, pese a que su ausencia física sea desde hace muchos, mucho tiempo.

Venir aquí es saber, de antemano, que los hechos sobrenaturales son el pan de cada día, noche o madrugada, pues los fantasmas hacen su presencia cuando así lo necesitan, no importa el tiempo, lo que importa es que todos, nativos o turistas, sepan que ellos son parte de la historia. Traspasan paredes, pisos, ventanales, casas en donde antes hubo callejones, partes de calles… aparecen en los túneles que a veces guardan en su interior partes de cocinas, patios, baños, recámaras de casonas antiguas, a veces algunos curiosos de asoman a las entrañas de aquí y dan cuenta de los vestigios del viejo y antiguo Guanajuato, ruinas que no se ven, pero que sostienen desde las profundidades a esta colonial ciudad hermosa y sorprendente que alberga de manera cosmopolita a quienes llegan hasta aquí y aceptan, de manera tácita, que los fantasmas conviven con todos nosotros.

Sus panteones dan cuenta de la diversidad de cultos existentes, pues ahí han encontrado evidencia de hechizos y embrujos de todo tipo, sobre todo para hacer el mal y provocar penurias a algunos vivos. Porque eso sí, este lugar está lleno de pirules, y dicen los que saben, que donde hay pirules hay brujas y brujos que con sus artes mágicas invocan a quien sea necesario, e incluso las almas de los fallecidos de su propia familia para que con su energía les ayuden a sus fines de muerte, separación o maldición, a veces los disfrazan para pedir favores, por eso es que muchas almas que deambulan por la ciudad son aquélla que no saben aún que han muerto, o aquéllas que son sacadas a la fuerza para usarlos de manera maligna y hagan hasta lo indecible.

Muchos de los relatos que cuentan estas historias son testimonio de lo que realmente sucede en este lugar. Ninguno nos salvamos, pues al ser provincia y contar con municipios pequeños donde por usos y costumbres la aparición en el cielo y viento de brujas, en el agua de almas muertas, en el suelo de nahuales, y en el fuego esas bolas fulgurantes que son esas brujas que, pese a la modernidad, siguen permaneciendo escondidos todos estos seres porque todavía no podemos entender que la magia existe ante nuestros ojos. Incluso hay pueblos sumergidos en aguas que tiene sus muertos enterrados y que cuando salen sus ruinas, ellos también visitan a sus deudos, los velan, los cuidan, y regresan a su lugar bajo el agua.

El miedo, el espanto y el terror son parte de vivir en esta ciudad, siempre estás acompañado, la soledad no existe aquí, créeme: fuerzas inexplicables viven, se mueven y viajan, el viento frío de la sierra en su vaivén los transporta, se mueven de lugar, nos ven desde cada casa, casona o incluso en los mismos museos, restaurantes, cosas extrañas se aparecen, murmullos en los pasillos, en las paredes, que se funden con las obras de arte expuestas. Siempre, siempre, las estudiantinas traen muertos paseando, se esconden entre esos turistas fervientes que buscan vivir la experiencia en los callejones, esos callejones que recogen historias y aparecidos, los pasean felices de escuchar música, de sentir cada nota en su ser marchito, en su alma viva.

¿Quieres conocer más de esas histomagias? ten por seguro que cada habitante de esta ciudad podrá recordar y contarte alguna de las tantas que les han sucedido a ellos o a sus familias y no te asustes, ve a la gente que pasa, a veces son muertos que viven felices su muerte en esta mágica ciudad, ellos sólo pasan, pasean, y luego regresan a sus tumbas, sus casonas, o al lugar en que murieron, se saben de aquí, de este misterioso lugar. Ven, lee y anda Guanajuato.