El espacio de Escipion

Los tres escenarios de las derrotas de Claudia

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+ La gira del adiós de AMLO

+ Parlamento Urbano del Valle de México

En esta ocasión, como lo hicimos con Xóchitl Gálvez, haremos el ejercicio de prospectiva política sobre eventuales escenarios adversos, los de las derrotas que podría sufrir Claudia Sheinbaum antes y después de la elección presidencial.

El ejercicio de análisis de prospectiva política es una herramienta para reflexionar, prever, planificar y tomar decisiones sobre las rutas, riesgos, oportunidades y posibilidades de éxito o fracaso que se quieren tomar.

“La prospectiva nos ayuda a explicar los problemas complejos que están entretejidos en las telarañas de las estructuras sistémicas, a descifrar los niveles del análisis, deslindar lenguajes simbólicos, traducir códigos, llegar a los significados profundos para saber lo que realmente dicen los discursos y las estrategias del poder. Sumergirse en las estructuras visibles para captar las no visibles y saber dónde están las invisibles es una tarea que le compete al pensamiento prospectivo”, refiere Guillermina Baena en Prospectiva Política. Guía para su comprensión y práctica (UNAM, 2004).

Partamos de dudas lógicas: ¿Cuántos adversarios internos y externos se han preguntado cómo derrotar a Claudia Sheinbuam Pardo? ¿Es invencible y su perfilamiento a la presidencia de la República es incontenible e irreversible? ¿Claudia puede ganar y tener su propio liderazgo sin depender de Andrés Manuel López Obrador?

Claro, internamente se lo preguntó y así operó Marcelo Ebrard y no pudo. Tampoco pudieron Adán Augusto López Hernández y Ricardo Monreal Ávila, pero no se esforzaron demasiado porque siempre supieron que la decisión estaba tomada. Quien sabía que no podía derrotarla pero astutamente supo insertarse con la ganadora del proceso interno morenista fue Gerardo Fernández Noroña.

Desde que inició el sexenio, por supuesto, las oposiciones del PRI, PAN y PRD sabían que iban a jugársela con ella, pocos tuvieron dudas. Por eso, desde el primer minuto se especuló que la implosión del lopezobradorismo correría desde las mismas entrañas del morenismo, de ahí que buscaran a Monreal y a Marcelo para tentarlos como candidatos del frente opositor. Los dejaron entusiasmarse; encarecieron sus peticiones y los dueños de los partidos del frente no cedieron. Y perdieron, dinero y mucho tiempo, pues fracasaron.

La búsqueda de un perfil capaz de cimbrar a la 4T y a su candidata aterrizó en Xóchitl Gálvez, quien en ese momento diseñaba su proyecto para aprovechar el descontento en la CDMX (el hubiera no existe, pero si hubiera sido esta la decisión el ambiente en la capital del país sería muy crítico para el morenismo). La vieron cercana al pueblo, que venía del pueblo, que era exitosa y además profesional de la ingeniería en electrónica. Dijeron que ella sí podría jalar todo el enojo con el lopezobradorismo y tener posibilidad frente a Claudia, dejando atrás a Beatriz Paredes y a una amplia lista de grises aspirantes del PRI-PAN-PRD.

A lo anterior, pues el presidente Andrés Manuel contribuyó mucho ¿deliberadamente? Para hacerla crecer como fenómeno mediático y de las redes, pues literalmente la subió al ring del debate con él y de los problemas del país. El gancho estaba listo y había nerviosismo, pues el fenómeno Xóchitl había rebasado en muchos positivos en las conversaciones sociodigitales a Claudia (según informamos, eran 60 millones de menciones a Sheinbaum contra los 80 millones de Gálvez, en la primera semana).

Pero repetimos las dudas, ¿podría perder Sheinbaum y Morena? Veamos los escenarios y sus probabilidades.

  1. Derrota electoral. Escenario muy poco probable, pero no imposible. Solamente una grave crisis provocaría una debacle. Un repentino enojo del presidente López Obrador contra ella, por no defender a su gobierno ni a sus hijos lo llevaría a pasar del enojo al regaño público y de ahí a la desvinculación; a su vez, el exceso de soberbia del equipo de asesores claudistas, que lejos de ayudarla aumentarían las distancias con ell actual mandatario y de sus bases sociales, sobre todo en lo que se refiere a las políticas sociales y una eventual reforma fiscal, que AMLO se ha negado, pero que Claudia sí ve con simpatías.

Otra variable, no separada de lo anterior, podría ser que colapsara la economía nacional, que los alfileres con que se ha colocado el tema del súper peso, la deuda pública; la estabilidad de las inversiones, de pronto, en un arranque de enojo de los señores del capital provoquen un nuevo “Efecto Tequila”.

Peor aún, la crisis en Medio Oriente tomaría desprevenida a los sectores públicos energéticos (Pemex y CFE), del turismo y de las remesas (acotamiento de envíos, por situación de guerra), provocando desequilibrios en las finanzas; y súmenle que las reformas exprés del cierre de sexenio terminarían por molestar a amplios núcleos ciudadanos y en especial a las clases medias que saldrían a votar en su contra.

Los factores externos (las guerras y ciberguerras), el crimen organizado, la inestabilidad social descompuesta en varios estados y la presión de los medios de comunicación ahondarían el malestar. El malestar de las clases medias y las élites permearían hacia los sectores bajos y comenzaría a ganar el voto de castigo. Resultaría muy forzado que todo lo anterior ocurriera, pero sí habría una derrota con un margen cerrado, la derrota tocaría a la puerta y de paso colapsaría a otras candidaturas a nivel estatal de Morena y sus aliados. 

  • Victoria presidencial, pero derrota en el “Plan C”. Escenario de probabilidad media a alta. Claudia se convertiría Claudia la invencible y así se mantendría como la favorita para ganar la presidencia de la República, más por el vacío del liderazgo de Xóchitl que por alguna estrategia de sus asesores. La candidata opositora no daría más la batalla por vencer a Sheinbaum, sino que su campaña habría de enfocarse más a convencer a los electores descontentos con el lopezobradorismo de no darle “boletas zapato” a Morena, sino que vayan por el voto diferenciado, en defender la democracia, recuperar el equilibrio entre poderes y a detener otra oleada de sufragios sin condición a favor de un solo partido para que no exista “más abuso de poder presidencial” como el que han acusado todo el sexenio. 

Por ello, Claudia habría abandonado en la recta final de la campaña la búsqueda de un liderazgo carismático como el de AMLO, que además no lograría construir, y comenzaría a ser ella misma, a demostrar temple, carácter, fuerza y no le interesaría caerle bien a todos. En ese afán, tomaría más en serio su papel de próxima presidenta, marcando pautas y enviando mensajes de diferenciación con su mentor político. Su equipo se enfocaría en tender puentes con los factores de poder económico, mediático y político, tanto nacionales como internacionales. Su perfil sería más la de una presidenta seria y ejecutiva en ciernes que de una candidata folclórica desangelada.

El pragmatismo al que fue llevada por sus asesores extranjeros y su coordinador y líder del partido, Mario Delgado, simplemente no le habría dado los resultados esperados para tener una mayoría absoluta en los Legislativos para, ella sí, convocar a un nuevo constituyente. Sí, llegaría muy fuerte en su votación, pero no tanto como Andrés Manuel en la victoria presidencial y los 30 millones serían solo historia. Y ante el giro que tendría la competencia contra Xóchitl, la cual no llegaría ni a round de sombra, tendría que operar rápido y tender los puentes con quienes habrían de operar el Congreso de la Unión.

De ahí que ante la victoria presidencial y con los números no tan optimistas a nivel de candidatos a gobernadores, senadores y diputados, comenzaría a depurar su grupo político para iniciar una operación política tendiente a construir acuerdos con quienes figuren como próximos contrapesos del Poder Legislativo y los gobiernos que no serían de su corriente y partido.

  • Victoria presidencial, derrota en el Plan C y pérdida de la 4T, sería un escenario de probabilidad media. Este desenlace sería de mediano plazo, ya con la victoria y rendición de protesta como presidenta de México. Se trataría de una derrota a los postulados narrativos de la 4T. Aunque reitere hasta el cansancio que es leal al lopezobradorismo, las circunstancias habrán de obligarla a cambiar el rumbo. El propio Andrés Manuel lo ha dicho al menos unas cuatro veces: “es previsible que el próximo gobierno se corra hacia el centro”, que considerando que son más de centro-derecha entonces podríamos ver algo más a la derecha dentro de los cánones neoliberales (aunque lo nieguen).

Las crisis mundial, bélica y económica y el eventual triunfo de Donald Trump abonarían a reforzar el perfil neoliberal del nuevo gobierno, con más apertura al nearshoring, a las grandes inversiones y a aprovechar el new mexican moment.

En cada elección presidencial hay muchas cosas en juego. La disputa es más que un juego de marketing, se trata de una disputa por la forma en que se entiende el mundo, los valores y las ideas. Por ello es fundamental la diferenciación entre los proyectos en disputa. Los riesgos de sus victorias y también de sus eventuales derrotas para que sus estrategas tomen apuntes, corrijan o ahonden esas posibilidades.

La gira del adiós, de AMLO… Entre las conjeturas del por qué Andrés Manuel anuncia una gira del adiós una vez terminada la elección, hay quienes opinan que es para mostrar músculo; otros que para ponerle fin a eventuales protestas postelectorales. Lo que se observa es lo que todo ex presidente quiere cuando termina su mandato: reconocimiento social y agradecimiento. Un apunte histórico: el último ex presidente que intentó algo así fue Carlos Salinas de Gortari, porque además de reconocimiento, quería seguir mandando en la presidencia que ya había dejado. La detención de su hermano Raúl más allá del crimen de Ruiz Massieu, fue para que Zedillo marcara sus distancia de Carlos y así pasó.

Parlamento Urbano del Valle de México… Organizaciones del movimiento urbano popular, Comerciantes, académicos, estudiantes y en general distintas organizaciones se reunieron en la primera asamblea preparatoria de lo que llaman “Parlamento Urbano”, que recoge las inquietudes plasmadas en la ONU, el Foro Social Mundial y otros parlamentos urbanos sobre la Cartas de la Ciudad y los Derechos Urbanos. Se trata de una convocatoria desafiante e inquietante, porque es la primera que surge desde abajo y no dictada por partido político o gobierno alguno. Esta figura, además, ya opera en otros países de América y Europa y en México, a penas están preparándose.

Contacto: feleon_2000@yaho..com