Candil de la Calle

La falsa asuteridad

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La mala fe política es acaso más delictuosa que aquella que castigan los códigos en los negocios privados.

Antonio Cánovas del Castillo

Firma del Programa de Austeridad (Foto: Especial)

Dos listas publicadas en el portal del Gobierno del estado de Guanajuato incluyen los nombres de 186 funcionarios de los niveles más altos en el escalafón de las dependencias del Ejecutivo que recibieron una liquidación por el fin del sexenio, con base en el decreto gubernativo del sustituto Héctor López Santillana.

Una primera lista está fechada del 21 de septiembre al 16 de octubre del 2012. En ella aparecen 130 funcionarios: el primero es Ubaldo Flores, un escolta de la Secretaría de Seguridad Pública, quien tras poco más de 10 años de servicio recibió cerca de 206 mil pesos; el último es Enrique Kato Miranda, ex director del Instituto de Ecología, quien salió con poco más de 459 mil 800 pesos netos.

En la segunda lista —que abarca del 17 al 29 de octubre pasado— figuran otros 186 ex funcionarios: la primera es Luz María Ramírez Villalpando, quien al salir de la dirección del Instituto de la Mujer recibió una “liquidación” neta de poco más de 392 mil pesos, y en el número 186 figura Jorge Adrián Lozano, director de área en la Secretaría de Educación, quien recibió 284 mil pesos.

En total, el recurso público utilizado en cumplir con este decreto para la alta burocracia incluida en ambas listas rebasó los 60 millones de pesos.

Algunos de los servidores públicos incluidos en esta lista no cumplieron el año en el desempeño de sus funciones. Otros rebasaron los 15 en la nómina gubernamental.

La cifra total representa casi la mitad de los 143 millones de pesos que el propio gobierno del estado “ahorrará” en el presente año, y redistribuirá a algunas áreas específicas como el desarrollo social, el Instituto estatal para personas con discapacidad o la contratación de personal médico que falta en las regiones norte y sur del estado.

Menos ingresos, ahorros en gasto corriente como teléfonos celulares y fijos, gasolina o viáticos, y recorte de plazas y de contratos de honorarios, fueron algunas de las medidas anunciadas por Miguel Márquez Márquez, en un acto ante los representantes de los medios en el cual el gobernador se tomó la foto con los representantes de los poderes Legislativo, Francisco Flores Solano, y Judicial, Alfonso Fragoso Gutiérrez, quienes sin mayores precisiones murmuraron medidas propias en sus respectivos ámbitos en el tema de la austeridad.

(De entrada, bien sabido es el incremento que en la nómina estatal —en mayor grado a manera de contratos por honorarios— se dio, particularmente, en el gobierno de Juan Manuel  Oliva Ramírez. El panismo que ahora se rasga las vestiduras por la renovación de las nóminas federales y las delegaciones con cargo al registro de militantes del PRI y del Partido Verde Ecologista hizo lo propio en sus tiempos de poder).

Pero fue el diputado presidente de la directiva del Congreso, Flores Solano, quien habría de traslapar el discurso para develar la verdadera operación aritmética que es pomposamente presentada como “Plan de austeridad” republicano: los diputados ahorrarán este año porque se quedarán sin incremento de dietas, gasolina y otras prestaciones de que gozan.

(Un diputado guanajuatense recibe alrededor de 132 mil pesos mensuales como “dieta”. Harto jugoso el filete).

A fin de cuentas, el anuncio por todo lo alto del plan de austeridad fue bajando de intensidad —y de sinceridad— cuando a preguntas de los reporteros se explicó que los magistrados tampoco recibirán aumento y ahorrarán ganando lo mismo que el año pasado, e igual ocurrirá con los funcionarios de los niveles más altos del Poder Ejecutivo (del 13 hasta arriba; coordinador general, director, hasta secretario y gobernador), quienes no recibirán incremento salarial.

Al toro salió el presidente del Consejo coordinador empresarial de León, José Antonio Abugaber, quien de plano dio una palmadita a las buenas intenciones de 3M y sugirió que habría que darle una revisada “a la baja” a otros “gastos excesivos” de la burocracia estatal.

Austeridad. Cuántas falsas promesas se hacen en tu nombre.