El CINUG apoya la conservación del huapango arribeño como patrimonio cultural en el noreste del estado

Compartir

El evento celebrado en la plaza pública de Tierra Blanca hizo principal énfasis en el huapango arribeño, género musical que surge en los estados de Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí.

Compartir

CULTURA/Tierra Blanca, Gto. 07 de septiembre del 2017.- Para preservar las diferentes manifestaciones artísticas que surgen en el contexto social de la región noreste del estado, el Centro Interdisciplinario del Noreste de la Universidad de Guanajuato (CINUG) y la Presidencia Municipal de Tierra Blanca, celebraron el festival de cultura universitaria.

Huapango (Foto: UG)

El evento celebrado en la plaza pública de Tierra Blanca hizo principal énfasis en el huapango arribeño, género musical que surge en los estados de Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí.

El público en general disfrutó de la actuación de Vincent Velázquez, músico, poeta y huapanguero del Municipio de Xichú, quien recientemente inició un proyecto en solitario llamado «palabra viva», participando en diversos foros culturales del país y de Iberoamérica.

Otro exponente del género es José Hernández Martínez, violinista huapanguero, quien actualmente forma parte del cuarteto arribeño con sus hermanos, y además acompaña al ya famoso Guillermo Velázquez y los Leones de la Sierra de Xichú, desde hace unos meses.

Ese género musical emplea violín, guitarra huapanguera y una jarana o vihuela. El cantante suele tocar la guitarra huapanguera. El canto es mediante poesías, conocidas como trovas. Su máxima expresión se muestra en las topadas, que son duelos entre poetas huapangueros y que llegan a durar hasta más de doce horas.

Como símbolo de diversidad en favor de la cultura, la banda de rock La Leyenda, originaria de Xichú, amenizó la clausura ofreciendo una opción de entretenimiento para los jóvenes.

La Universidad de Guanajuato con su sede en el noreste, promueve la cultura al exterior de las instalaciones universitarias, y propicia que sus estudiantes se conviertan en multiplicadores de la cultura, como elemento importante en la formación integral de las personas.