Investigador del Campus Guanajuato de la UG promueve la preservación del paisaje sonoro

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Para el especialista en paisaje sonoro y ecología acústica, estudiar esta área, permite conocer y reconocer los rasgos identitarios de un lugar en específico, particularmente hablando en el tema de los sonidos que de ahí emanan en un día y hora particulares.

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CULTURA/Guanajuato, Gto. 07 de diciembre de 2017.- El estudio del paisaje sonoro ha sido muy poco explotado en nuestro país, sin embargo, el Dr. Ramón Alvarado Angulo, profesor e investigador del Departamento de Música del Campus Guanajuato de la Universidad de Guanajuato (UG), enfoca esfuerzos en realizar investigaciones del tema particularmente en la capital del estado.

Dr Ramón Alvarado (Foto: UG)

Para el especialista en paisaje sonoro y ecología acústica, estudiar esta área, permite conocer y reconocer los rasgos identitarios de un lugar en específico, particularmente hablando en el tema de los sonidos que de ahí emanan en un día y hora particulares.

Explica así, que el paisaje sonoro, “son todos aquellos sonidos que nos rodean, desde los sonidos de las aves y los animales domésticos, hasta maquinaria, vehículos y personas (…) puede ser urbano o de la naturaleza, éste último, se encuentra en las playas, montañas, selva, entre otros espacios”.

“La manera de preservar el paisaje sonoro es por medio de la grabación, como si se tomaran fotografías, pero se toman las grabaciones, es un trabajo de campo que no se detiene, yo refuerzo siempre con video o fotografías, entonces se registran con la misma que el audio y se archiva”.

Asegura que los estudios que ha realizado en la ciudad de Guanajuato capital demuestran que se trata de una localidad que tiene rasgos sonoros identitarios, “por la arquitectura que la conforma da la impresión de ser un teatro griego, por la forma de cañada que tiene y por cómo ha sido constituida”.

Alvarado Angulo comparte que en México el tema no ha sido muy desarrollado, destacando únicamente los trabajos hechos por Félix Blume quien si bien, ha hecho grabaciones, “no se ha adentrado por completo en el tema, al menos no desde el punto de vista científico”.

De igual forma, dice, la Fonoteca Nacional cuenta con un acervo de archivos sonoros, “pero la actividad ya no se realiza desde hace algunos años”.

Estudiar el paisaje sonoro, expone, “es una manera de preservar los rasgos culturales sonoros, porque siempre prevalece lo visual, los paisajistas o fotógrafos retratan paisajes, pero el paisajista sonoro registra los sonidos y se archiva para que alguna vez que se consulten los sonidos sepamos en qué momento se grabó lo que estamos escuchando”.

En este sentido, debe destacarse que, al ser de los pocos estudiosos del tema en todo el país, el Dr. Ramón Alvarado cuenta con un acervo de archivos sonoros que ha ido captando a lo largo de los años.

Y es que para el catedrático universitario, estudiar el paisaje sonoro de la ciudad, “nos sirve para darnos cuenta de cómo se escuchaba Guanajuato en otro momento y ahí nos podemos dar cuenta de cómo sonaban momentos muy específicos como alguna fiesta popular, los grupos que tocaban y su repertorio, el número de horas o por ejemplo el novenario que se hace en una iglesia, por medio de los archivos sonoros nos damos cuenta de cómo sonaban esos momentos y esto nos lo permite el estudio del paisaje sonoro”.

Lo anterior, tras señalar que, por su propia naturaleza, el paisaje sonoro cambia constantemente, “pero hay rasgos que son identitarios como por ejemplo las campanas de las iglesias, algún vendedor en un mercado que tenga muchos años, en el caso de los puertos, el sonido de los faros, esos sonidos permanecen”.

Finalmente, menciona que esta área de estudio, puede ser apoyo también para investigaciones antropológicas, etnográficas, para estudios sociales, psicológicos y de muchos otros tipos.