El Laberinto

El barbero y otros seres

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Estos individuos basan su éxito personal en una de las pocas cualidades que tienen, la de saber encontrar la grieta del poderoso y colarse ahí como la humedad, haciéndoles sentir que están haciendo las cosas bien mientras buscan la manera de sacar provecho sobre los demás que toman otras herramientas para sobresalir.

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“Solo por dinero lo hace el barbero” siempre me pareció injusto que llamaran a los aduladores o lame… botas barberos, por que a diferencia de estos primeros, el barbero si trabaja y los resultados son visibles, aunque después de oír el dicho todo queda más claro, el éxito del servicio que brinda se encuentra en la vanidad de quien  lo recibe pues hace que se vea temporalmente bien o por lo menos lo  hace creer que así es, por ganar algo claro está.

Anoche terminé de leer la biografía de Antonio López de Santa Anna, uno de los seres más heroicos y traidores que este suelo ha visto nacer y pensando cómo podía ser tan contradictorio, déspota y villano caí en cuenta de que todas sus acciones tenían dos factores comunes: la sed de poder y la abundancia de aduladores, que son al poder lo que las moscas al excremento.

Estos individuos basan su éxito personal en una de las pocas cualidades que tienen, la de saber encontrar la grieta del poderoso y colarse ahí como la humedad, haciéndoles sentir que están haciendo las cosas bien mientras buscan la manera de sacar provecho sobre los demás que toman otras herramientas para sobresalir.

Uno podría pensar, o no porque no creo que nadie sea tan cándido, que no tiene nada de  malo tener cerca a alguien que te apoye en las decisiones o que te haga sentir más seguro sobre tus acciones y características, lo cierto es que como le pasó al “Villano del Álamo” tiene consecuencias funestas, como las que mencionare en los siguientes párrafos.

Rodearse de aduladores, torna a las personas injustas, pues no toman en cuenta el mérito a la hora de premiar, en su momento Santa Anna decidió convertir en licenciados a todos aquellos que consideraba sus amigos, aunque no hubiesen abierto un libro en su vida y cobró al pueblo impuestos exagerados para financiar fiestas y distinciones para ellos.

Si tu trabajo consiste en complacer a muchos y te inclinas por los intereses de muy pocos, lo más seguro es que termines con una masa furiosa en contra tuya, que sacará los restos de tu pierna de su mausoleo de lujo, derribará tu estatua y te borrará del himno nacional (bueno suena extremo, pero de que ha sucedido no hay duda)

Al recibir solo halagos de sus cercanos, las víctimas de la especie “sangujuelus barberus” pierden el sentido de la realidad, en sus últimos años de vida a nuestro personaje le quitaron hasta el último de sus centavos haciéndolo creer que en México estaban deseosos de que volviera para que financiara guerras inexistentes para volver al poder. Por que cuando no se conoce el terreno que se pisa se pueden tomar las decisiones más disparatadas creyendo que se obra bien o importando poco hacerlo por creerse invencibles.

Por último, el acumulado de las anteriores provoca que a raíz de estos falsos amigos se creen muchos enemigos verdaderos, que resentidos por las distinciones o afectados por las decisiones esperaran cualquier vuelta de la fortuna para desquitarse y cómo podemos ver estas vueltas son más que posibles. Todo aquello que de los demás pudiéndolo obtener gratis pagamos de algún modo, carece absolutamente de valor y peor aún, nos pone en peligro, no olvidemos que el barbero en su labor acerca mucho la navaja al cuello de su cliente.