Histomagia

Sueños vívidos

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Pienso que el soñar no es para incrédulos, uno cree e imagina lo posible y hasta lo imposible, Dios sabe lo que cada cual sueña

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Si la vida es sueño y los sueños, sueños son, como dice Calderón de la Barca, Guanajuato es la vida, es el sueño mismo de muchos: profesional, amoroso, colonial, arquitectónico, místico, mágico, fantasmal…

Es ya sabido que los sueños podemos tenerlos muy vívidos, se habla incluso de soñar despierto, pues es como seguir la imaginación dejarla fluir para imaginar lo que queremos y nos lleva a sentir que en verdad estamos pasando por ello, es increíble. Pero hay también sueños que son sueños, es decir, que soñamos dormidos y que parecen tan vívidos que representa otra forma de salir de nosotros e ir en alma a muchos de los lugares imaginarios y que están en un plano físico, aunque no a nuestro alcance, por ejemplo, Francia existe, pero a veces es inexplicable como mi amiga Ruth describe tan fielmente algunos de los lugares como los campos Elíseos, ella dice que ha viajado en sueños y sin dudar, le creo.

Me cuenta una amiga mía que recientemente sus sueños han sido recurrentes: ha soñado una y otra vez a su difunto esposo que viene y la visita, ella aún ama con toda el alma a su esposo, pues ella afirma que fue el amor de su vida, y que siempre estará agradecida de haber tenido la oportunidad de amar a ese ser tan amoroso que fue su marido. El caso es que la recurrencia de sus sueños últimamente la ha hecho preocuparse, porque lo ha soñado ahora en diversas situaciones en donde lo pierde: cuando lo pierde en el transporte público que ella se sube en un bus y él en otro con la consiguiente angustia de la pérdida; o cuando llega la visita a su cuarto, y se queda ahí de pie viéndola, luego, así como llegó, desaparece. Pero el sueño que ella dice no fue sueño, fue en el que ella estaba en su casa, ve de pronto como el suelo de su cocina es un socavón oscuro en donde se encuentra un hombre metido hasta el fondo ella no logra ver quién es, pero asegura que es su difunto esposo, pues le pide con desesperación que le ayude y le estira la mano de tal manera para que le ayude a salir de ese oscuro lugar, la angustia crece cuando ella ve que el borde de es hoyo enorme salen seres espectrales sanguinolentos que quieren subir a su cabeza, ella de inmediato se sacude la cabeza porque los seres subieron por su cuerpo tan rápido que en ese momento ella no sabía qué decir, el hombre que estaba abajo sólo le decía que lo sacara de ahí, ella pensó que si seguía ahí podía enfermar y morir, por ello se alejó de ahí corriendo y llegó a la sala, volteó y el miedo no la dejó regresar a su cueto, vio cómo lentamente el hombre salía del socavón, y caminaba hacia ella, y ahí se dio cuenta de que no era su marido, que eso no podía serlo. Paralizada por el miedo, sólo atinó a rezar y a encomendarse a sus santos, cerró los ojos y sintió cómo el ser la atravesó, mi amiga abrió los ojos y ya estaba en su cama, acostada, pensó que había sido una pesadilla. Se levantó y subió a la cocina, ahí donde el socavón había aparecido en sus sueños, tratando de olvidar su sueño, se sirvió un café y lo estaba tomando cuando vio una sombra en la esquina de la cocina, una sombra que al moverse dejaba una estela sanguinolenta, mi amiga entonces se desmayó. Cuando despertó el sol casi se ocultaba, sola en su casa, se levantó y se fue a dormir, sólo esperando que nunca más pudiera ver esos seres que ella asegura siguen a su lado, permanentemente en sus sueños, pero a la fecha, ella ya se acostumbró.

Pienso que el soñar no es para incrédulos, uno cree e imagina lo posible y hasta lo imposible, Dios sabe lo que cada cual sueña, pero a veces, esos sueños son interceptados por seres de bajo astral, demonios, que sólo desean desestabilizar a los humanos. ¿Quieres soñar despierto? Ven, lee y anda Guanajuato.