El #Covid19mx y los nuevos liderazgos

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Felipe León López

(historias y reflexiones en torno al COVID-19)

La “exitosa comunicación” del presidente de la República tuvo un quiebre por la pandemia del Covid19. Prácticamente el tema central de la conversación dominante por casi dos meses fue el virus y las medidas adoptadas por distintas autoridades. Las circunstancias con que fue operando su estrategia, contradiciendo incluso a su propio vocero para atender la emergencia en el país, sin duda, generaron descontrol entre la población y en el mediano plazo bajó su popularidad y aceptación. 

El resultado fue que los tropiezos del mensaje político abrieron paso a nuevos liderazgos políticos y sociales, y modificaron lo que parecía una tendencia incontenible a favor del primer mandatario y las figuras destacadas de su partido en estados y municipios que estarán en disputa del voto ciudadano el próximo año.

Lo que no pudieron hacer los grandes medios de comunicación, ni la oposición partidista ni los sectores financieros inconformes con el gobierno de la República, lo hizo el #Covid19: detener, neutralizar y hasta desviar la ruta de la agenda mediática y política marcada cada mañana en Palacio Nacional. Más aún, hay coincidencia entre analistas afines y opuestos al gobierno que la lista de agravios a sus adversarios, el confrontarse con periodistas y líderes de opinión, han colocado al presidente de México en serios problemas de credibilidad, empatía y conexión con la ciudadanía. Es decir, su liderazgo está en problemas.

Cuando hablamos de esta “crisis” es porque su estilo de gobernar es más cercano al “líder autocrático” definido por Max Weber, cuando busca dominar toda la escena, imponiendo su lógica a sus subalternos y la toma de decisiones la hace de manera centralista, pidiendo a sus colaboradores obediencia y adhesión a sus decisiones sin lugar a cuestionamientos. Si esta supeditación comienza a flaquear entonces podría haber debilidad aprovechada por sus oponentes.

La necesidad de transitar del liderazgo “autocrático” al “líder participativo o democrático”, solicitada por distintos partidos y actores e incluso su propio partido, no se logró y cada vez es más complicado más allá de los candados institucionales de la democracia en nuestro país.  El líder participativo cultiva la toma de decisiones de sus subalternos para que sus ideas sean cada vez más útiles y maduras, se precisa la interpretación weberiana.

Derivado de estas condiciones, durante la pandemia se han registrado nuevos liderazgos locales, regionales y estatales, que antes estaban agazapados o inexistentes, los cuales están tomando nuevo revuelo.

No nos referimos nada más a los bloques opositores que están operando como el “FRENA”, los activistas de “Rescate México” o los gobernadores detractores, sino personajes que están activos social y políticamente en la actual coyuntura.

Producto de esta circunstancia estarán presentes liderazgos emergentes más cercanos a la ciudadanía que a los partidos o posiciones a las que podrían aliarse en el corto plazo. ¿Quiénes son? No vamos a dar nombres, ni posiciones, pero, usted amable lector, desde su observatorio personal podría identificar: 

  • ¿Quién ha sabido explicar lo complejo desde lo complejo y, al mismo tiempo, aterrizarlo al ciudadano común para su entendimiento?
  • ¿Quiénes han dado respuestas con sinceridad y autenticidad, ganando credibilidad con datos duros, advertencias reales, información concreta y medidas duras a adoptar aún a contrapelo de lo que dijeran las autoridades centrales?
  • ¿Quiénes han sabido mantener la empatía con los ciudadanos confinados, con los sectores productivos, con los desvalidos y humanizar las recomendaciones por más duras que hayan sido?
  • ¿Qué actores han ganado notoriedad sin alarmismo y sin falsear información por fines personales o políticos?
  • ¿Qué actor tienen presencia en su entorno familiar, personal o social? ¿Quiénes de los que están operando durante la pandemia lograron la interacción con ustedes en conversaciones en los medios sociales
  • Incluso, ¿quiénes han sido parte de su complicidad para darle chispa a sus conversaciones? (stakeholders sociales).
  • ¿Quiénes lograron una imagen pública y un discurso radicalmente diferente al político tradicional y al actor social que busca confrontación o protagonismo?  
  • ¿Quién tiene capacidad de reacción e inteligencia rápida para dar respuestas a todas las variantes del ambiente mediático y político alrededor de la pandemia?

Más allá de la pandemia, el lenguaje no verbal y la ventana a su vida privada, su historia y su trayectoria, son parte de esos nuevos liderazgos que están por dar golpes de sorpresa a la vida política de México.

Y claro, aquí se podría perfilar aire fresco a líderes que la sociedad desea en lo inmediato y para tener certidumbre de su futuro. 

La emergencia de nuevos liderazgos rompe la dinámica seguida por el gobierno de la República y están forzando a cambios sustanciales en su narrativa, la sobre exposición presidencial y la necesaria recuperación de la empatía ciudadana que ha ido perdiendo conforme avanzó la pandemia en el país.

El mapa de actores políticos y sociales en México está cambiando en este momento y tenderá a cambiar más, pues ya no están en el consciente colectivo solamente las figuras vinculadas a MORENA ni a los otros partidos sino líderes emergentes locales y regionales.

Y finalmente, la irrupción de la pandemia y el comportamiento de cada gobierno —municipal, estatal y federal— habría modificado tanto la percepción como la calificación de la ciudadanía, algunos para reforzar y otras para reprobar, pero, sobre todo, para revalorar las opciones y preferencias políticas con miras al 2021 en el mediano plazo, y en el largo, quizá también influya para el 2024.

Contacto: felipe.leon@escipion.com.mx

Twitter: @FelipeLeonLopez