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DÍA DE MUERTOS

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El Día de Muertos es una tradición mexicana que da la bienvenida a las almas y espíritus de los antepasados fallecidos para que en una mesa se hace su altar y ellos se presenten a cenar lo que más les gustaba en vida, gozar una vez más de la familia y de los manjares y golosinas que les ofrecen sus parientes vivos. Para los muertos, llegar de visita es la ferviente prueba de que el olvido no les ha llegado a sus familiares. Ellos están contentos de ser considerados aún en su muerte.

Los altares tienen sus ofrendas, son adornados con papel picado de colores, con figuras alusivas a esta fecha. Se pone agua, sal, pan de muerto (llamado así por la figura, no porque sea de algún muerto), tamalitos con su enredo en forma de manitas para que parezca difunto, su comida favorita, sus dulces, sus bebidas, frutas; foto del fallecido, calaveritas de azúcar para que representen a los antepasados de los que no tenemos foto, velas que le darán la luz en su viaje y una figura de perrito para que lo ayude a transitar al Mictlán, y eso sí, muchas flores, garra de león, nube, y pétalos de cempaxúchitl guiándolos en su camino al altar, al mundo de los vivos, e incienso de copal . Llegan puntuales esas noches. Nosotros ponemos un poco más por si alguna ánima sola quiere pasar a cenar, que no sea olvidada, que permanezca. Loa altares brillan en las noches, son el llamado, representan el fuego del hogar.

Los muertos llegan el 1 y 2 de noviembre, pero los espíritus de las mascotas desde el 27 de octubre han venido a visitarnos, aunque en algunos casos, nuestras mascotas se quedan siempre con nosotros. Uno de mis gatos, Pancho, falleció hace poco, y en verdad le lloramos mucho y lo extrañamos más. Pancho vivía feliz caminando por el circuito y jardín de una casa vacía donde le gustaba estar, dice mi esposo que estos días lo ha visto deambular por ahí, Pancho sigue en nuestros corazones y su fantasma aquí en la zona.

La muerte como parte integral de la vida nos dice que está con nosotros siempre, que si vivimos día a día es parte de morir día a día un poco, así que es inevitable el siguiente paso para llegar al más allá. Por eso cuando alguien muere sabemos que sólo se nos adelantó que su viaje ha llegado para seguirlo hasta donde los lleve porque la muerte sí es un viaje, no es estática, la muerte es ser libre completamente de las ataduras del cuerpo, es el estar donde quieras, viendo a quién quieras cuidar, así que en esta vida no estamos solos, siempre algunos de nuestros muertos siguen aquí. Permanecen.

Los que saben dicen que la vida después de la muerte no existe, lo que existe es la muerte misma que es el trascender desde el alma misma a un lugar mejor donde la paz es, el amor es. Pero en verdad si alguien se ha comportado mal, su castigo es indescriptible, no hay palabras, incluso son esos aparecidos y espíritus que viven en las grandes casonas y callejones de aquí, sólo se sabe que es justicia, es la magia que las energías de este universo que se acomodan de manera de seguir vivas.

Así que, si esta vez vienes acá y vives las tradiciones de los muertos en mi país México, sigue los caminos de cempaxúchitl, ellos guían a los muertos a sus altares, pero también te guían a ti para que los visites y sientas que el amor trasciende a donde ellos vayan. Aquí los muertos son reflejo del amor y cariño entre familias, al menos que algún alma quiera aparecer y esos fantasmas te lleven a vivir una experiencia de terror, típica magia de muerte aquí en este pueblo que es mágico.

¿Quieres conocer nuestras tradiciones? Ven, lee y anda Guanajuato.