Desde el Faro

SOBREVIVIENTE DE LA BOMBA ATOMICA PIDE A JOVENES LUCHAR POR LA PAZ

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En el Congreso de Guanajuato, exige levantar la voz para vivir en paz, sin amenazas.

Aquel 9 de agosto de 1945, Yasuaki Yamashita tenía apenas 6 años de edad, pero recuerda con absoluta precisión el horror del holocausto nuclear y cada vez que llegan a su memoria las escenas de miles de cadáveres, hay dolor en sus palabras, angustia que desafía no con el olvido, sino con el recuerdo y con el deseo de transmitir a las nuevas generaciones los efectos que la bomba atómica puede causar.

A sus 84 años irradia mucha energía, parece no haber padecido las consecuencias de la radiación en su cuerpo, y en perfecto español, narra a jóvenes y adultos, reunidos en un espacio del Congreso de Guanajuato sus vivencias, con el propósito de que “nunca más la bomba atómica vuelva a ser utilizada, que se detenga la fabricación de estas armas”.

Sus palabras pegan hondo en el sentir del público, sobre todo en estos días en que la humanidad sufre 2 guerras. Todos escuchan con avidez y se imaginan las imágenes que Yasuaki relata, sí, las imágenes de muertos vivientes. El niño de 6 años, convertido ahora en un adulto mayor, relata sus recuerdos.

El estruendo, la fuerte luminosidad y el abrazo de su madre que trataba de protegerlo con su pecho, los gritos de sus hermanas, el ruido producido por el derrumbe de la casa, lo han perseguido durante 78 años; luego, las personas que deambulaban quejándose, sin rumbo fijo; los cadáveres calcinados que él y su padre vieron por montones, la muerte de un amigo de la escuela que se quejaba sin tener algún médico que lo atendiera, y el hambre, “la maldita hambre”, siempre presente. Quienes no murieron por el resultado inmediato de la explosión, fallecieron después por falta de alimentos. En ese entonces nadie se imaginaba de los efectos posteriores de la radiactividad.

Después de la rendición japonesa, Estados Unidos prohibió divulgar las secuelas de la radiactividad atómica, fue hasta 1954, cuando un incidente en el Pacífico Sur detonó el problema y comenzaron a difundirse los efectos de la bomba atómica; entonces, los sobrevivientes del holocausto sufrieron discriminación en su propio país; las personas evitaban acercarse a ellos, hubo suicidios; Yasuaki estuvo a punto de hacerlo, pero le gustaba leer, conocer otras culturas, como la mexicana; en la década de los años 60 del siglo anterior, la música de Los Panchos se puso de moda en Japón; se entusiasmó con las obras de Diego Rivera, Siqueiros y Orozco. Así, con la idea de conocer México, salió adelante.

Comenzó a estudiar español y logró integrarse a la prensa de su país acreditada para los Juegos Olímpicos de 1968. Pensó permanecer aquí solo durante el tiempo que durara la justa deportiva. No ha vuelto a Japón.

En esos años ocultó su secreto, no quería que la gente supiera que era un “hibakusha” – sobreviviente de la bomba atómica – , con ello aumentó su dolor, su angustia; hasta que alguien se enteró de su situación y lo invitó a narrar su experiencia en el Tecnológico de Monterrey, Campus Querétaro, aceptó y al finalizar la plática sintió que su dolor desaparecía, fue como una terapia, desde entonces ha ofrecido charlas en Estados Unidos y en gran parte de México, porque desea que las nuevas generaciones conozcan el horror de las guerras, y pide que países como Estados Unidos, China, Rusia, Israel, Gran Bretaña, Francia y Norcorea olviden su belicosidad.

“Nosotros – dice- ya no tenemos mucho tiempo para compartir nuestra experiencia, necesitamos que la voz de los jóvenes se manifieste con sus amigos, familias, vecinos y todos digan no a las guerras, porque tenemos que convivir sin problemas, sin amenazas..”.

El entusiasmo de Yasuaki, es contagioso, tanto que algunos jóvenes preguntan si habrá oportunidad de volverlo a escuchar, la respuesta es “sí”, porque ese niño de 6 años, convertido en adulto mayor, ha comenzado una nueva gira que lo llevará a varias partes del país.

PD.- Foto: cortesía de José Luis Rocha. Parte de las experiencias del sobreviviente se incluyen en el pequeño – gran libro titulado “Hibakusha, Testimonio de Yasuaki Yamashita”, editado por el Fondo de Cultura Económica, Colección Vientos del Pueblo.