Cambios y mejoras, la gran lección del milagro chileno

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Carlos Olvera

Guanajuato, Gto. 14 de octubre de 2010.- El rescate de los 33 trabajadores de la Mina San José, en Chile, luego de permanecer  casi tres meses bajo tierra, deja una gran lección que se transformará en cambios y mejoras para ese sector, afirmó el embajador de ese país en México, Germán Guerrero Pavez.

Germán Guerrero Pavez, embajador de Chile en México

En entrevista durante la ceremonia de izamiento de banderas en el arranque del Festival Internacional Cervantino, en Guanajuato  capital, el embajador de este país invitado señaló que ese salvamento de los mineros, vendrá a establecer un antes y un después en este sector.

Al hacer referencia que Guanajuato capital también es una ciudad minera, señaló que para los chilenos “viene un proceso donde lo más importante de todo —evidentemente que esto marca un antes y un después  del trabajo minero de la pequeña mina—, los derechos y las medidas de seguridad evidentemente que van a tener que ser distintos”.

El representante chileno compartió lo expuesto por el presidente de aquella nación al señalar que están todos convencidos “de que de experiencias negativas siempre hay que sacar lo positivo y lo positivo es que evidentemente las condiciones laborales de los mineros van a mejorar”, insistió.

Guerrero Pavez, recordó “la odisea, la epopeya de sacrificio y de fe en que se podrían recuperar los mineros, que podrían salir vivos, que la madre tierra podría dar a luz a todos estos compatriotas que estaban en las entrañas de la tierra”.

A petición expresa, dejó un mensaje de optimismo para los mineros guanajuatenses “un mensaje de que sobre todas las cosas debe prevalecer el sentido de la vida sobre de la muerte”.

En lo personal comentó que esa experiencia le ha dejado “un mensaje de profunda solidaridad, no sólo de los chilenos, sino también hemos recibido una solidaridad de todo el mundo, de modo que estamos profundamente agradecidos y emocionados”, concluyó.