De reflexión sobre el arte con “El efecto de Sergio”

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Benjamín Pacheco López

Guanajuato, Gto. 20 de octubre de 2011.- Con una trama centrada en el sentido del arte contemporáneo y la recepción sin cuestionamientos por parte del público, se presentó la obra de teatro

"L’effect de Serge", montaje de Vivarium Studio Teatro (Foto: Especial FIC)

(El efecto de Sergio), en la edición 39 del Festival Internacional Cervantino (FIC).

El montaje, a cargo de la compañía Viviarium Studio del artista visual Philippe Quesne, se realizó en el Teatro Cervantes, donde los asistentes pudieron apreciar teatro alejado del arte canónico y adentrado en la técnica de pastiche, misma que consiste en la imitación de diversos textos, estilos o autores en una misma obra.

Para dar cuerpo dramático y visual a las producciones, Quesne utiliza todo tipo de parafernalia como rayos láser, mesas de ping-pong, televisiones, un carrito y helicóptero a control remoto, luces de bengala, e incluso un automóvil compacto que aparece en escena.

Tras la experiencia visual propuesta, queda claro que la obra tiende más hacia diversos juegos: el de identidades, el de la crítica sutil al arte “pos-pos-moderno” y el poco criterio del público para discernir, así como la ausencia de una trama de tipo de convencional.

En la introducción, por ejemplo, el juego de identidades se aprecia en un actor-narrador vestido de astronauta (Gäetan Vourch), quien refiere que ha culminado previamente una obra y que suele anunciar la siguiente sin cambiarse de vestuario, misma que será El efecto de Sergio.

De esta manera vemos un Gäetan-astronauta-Sergio detallando un departamento, el mobiliario, los electrodomésticos, estancias, historietas y libros, pero que al estar disfrazado dan la sensación de un metafórico viajero espacial explorando el nuevo mundo en el que se va a introducir para habitarlo.

La trama es sencilla: Sergio, hombre frío e indiferente, invita a las seis de la tarde de cada domingo a sus amigos para mostrarles montajes visuales y sonoros, pues es fanático de los efectos especiales.

Las presentaciones duran de uno a tres minutos, tragos previos de por medio, y luego es comentada por parte de los asistentes.

A pesar de que son actos básicos e, incluso se podría decir, para burlarse de su ingenio, nadie critica los performances de Sergio: una luz de bengala a un carrito de control remoto, jugar con las luces de un vehículo mientras se escucha música clásica y hacer pequeñas explosiones tras una danza poco estilizada, mismos que tendrán nombres ridículos como: Efecto luminoso con música de Wagner, Efecto láser con… o Efecto pirotécnico con….

Aunque es un montaje francés, cabe destacar la participación de actores guanajuatenses como el maestro José Rubén Araujo Huerta, Javier Cardoso Estrella, Ángela Piedad González Castorena, Mayela Villarreal Montero, Cynthia del Rocío Calderón Martínez, Víctor Andrew Tarasiewic Altuzar y María Gabriela Altuzar Zaragoza.

Gäetan, por su parte, resulta impecable en el papel del artista desenfadado y poco hábil, aunque con gran carisma para “complacer” a su público, mientras se refugia en su soledad creadora, mientras come pizza y escucha música, satisfecho de vivir en una época “pos-pos-moderna”.