Carlos Olvera
Guanajuato, Gto. 02 de noviembre de 2011.- Con el objetivo de celebrar el Día de Muertos y con la colaboración de una numerosa parte de la población de la capital, la muerte invadió las principales calles y jardines, para hacerse presente a través de obra pictórica, tapetes e instalaciones.
En esta ocasión la muerte invadió las calles a través de inmensos tapetes, donde se le vio bailar rumba o en carteles colocados en los postes de alumbrado público a lo largo del Centro Histórico, y no solo se celebró a los difuntos a través de las ofrendas colocadas en el patio del Palacio Legislativo, las escalinatas de la Universidad de Guanajuato o los Museos de las Momias, del Pueblo o el Olga Costa-José Chávez Morado, los mercados Hidalgo y Embajadoras.
José Luis Méndez Ortega es el coordinador de la muestra, a quien “le toca cargar al muerto”, y el principal responsable de este acontecimiento, Muerte en Cartelera, que ya va en su edición 17 y con más de 200 obras para mostrar este año.
Al respecto explicó que estas “es una manera de sacar el arte de los museos a las calles y también hacer referencia a que en Guanajuato los vivos-vivos, viven de los muertos-muertos, como es el caso de las Momias, porque con lo que recaudan siguen generando vida”.
Artistas plásticos de San Miguel de Allende, Irapuato y León vinieron en esta edición a mostrar sus trabajos, colocando su obra en los espacios de carteleras de la ciudad y en los postes de alumbrado.
A su vez, Pedro Chacón, de la Asociación Civil Manos Unidas de Guanajuato, explicó que hace 4 años comenzaron con tapetes que cubrieron 12 metros cuadrados del piso de la calle Sopeña, y que ahora cubrieron alrededor de 600 metros. En esta ocasión participaron alrededor de 270 estudiantes de primaria, secundaria, preparatoria y nivel profesional de las escuelas de Diseño y de Arquitectura así como población en general.
Inclusive vinieron grupos de otros municipios, entre ellos de Uriangato, con mucha experiencia en la elaboración de tapetes y han estado apoyando con talleres para la gente interesada, explicó Chacón.
Obviamente, aunque el diseño es libre, el tema de las composiciones es la muerte, cuya elaboración ocupa materiales que van desde granos (maíz, frijol o arroz) hasta aserrín pintado, arena, sal, papel y flores de cempasúchil. “La idea es que la muestra sea tan efímera como es la vida porque finalmente es una obra dedicada a la muerte”, dijo Alicia Jasso, integrante de la agrupación.
