Candil de la Calle

La espera

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Si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo.

Albert Camus

La espera, desespera.

Pobres de los priístas guanajuatenses. Tan lejos de Peña Nieto… y tan cerca del PAN.

La desesperación (¿o la desesperanza?) cunde en el priísmo de Guanajuato. El fracaso en la anhelada cirugía de trasplante de corazón con el doctor José Ángel Córdova Villalobos como protagonista también fallido, ha llevado a la militancia, dirigentes, aspirantes y suspirantes locales a un compás en el que parece que el único que se la toma con toda parsimonia para armar su juego a modo es Juan Ignacio Torres Landa.

Porque se le ha dado el plazo suficiente, y al parecer hasta con varios tiempos extras como partido de fútbol que termina en empate, para armar, desarmar y rearmar su estrategia 1+3 (me declaro fuera de la jugada). Con toda la paciencia del mundo, don Juan Ignacio se dio el lujo de esperar a que volviera de su viaje por el extranjero don Jorge Videgaray Verdad, a quien quiere para gallo por la Alcaldía de León, para que éste le diera el sí… y aparezca, una vez más, como la manzana de la discordia entre el PRI, las candidaturas y Francisco Arroyo.

¿O ya no se acuerdan de aquella candidatura al senado en la que Wintilo Vega tenía instalado a Videgaray y que llega Francisco Arroyo y que siempre no y que se arma y que Wintilo renuncia a la candidatura a gobernador y que entra Miguel Ángel Chico como emergente?

Pues hoy las cosas no podrían estar peor. Bien en términos de la dirigencia nacional y del candidato presidencial Peña Nieto, porque al parecer no tienen prisas y sí muchas pausas, a pesar de que se vencen los tiempos para armar convocatorias, presentar documentos, registrar aspirantes, analizar registros, dictaminar precandidatos, armar convenciones, etcétera.

Mal, mal para el priísmo local, porque sin ningún liderazgo del tamaño suficiente para hacer valer las decisiones locales, para conjuntar a corrientes y grupos, para armar la unidad o arbitrar contiendas internas en los mejores términos, navega en mar abierto sin timón… hasta que el CEN y Peña Nieto (bueno, sus estrategas) decidan las definiciones. Si esperaron a Juan Ignacio porque será él, porque no ven a otro, porque ya no hay de otra, o porque se trataba de agotar esa instancia para recurrir a Arroyo.

¿O de qué se trata?

Porque Francisco Arroyo está puesto y dispuesto, armado y equipado, esperando y desesperando… desde hace ya mucho, mucho tiempo.

Así las cosas, ¿cuál será la competencia que tenga el PAN? El blanquiazul está adelantado en precampañas, en contiendas internas —“haiga sido como haiga sido”—, en posicionamiento de aspirantes, en publicidad.

(Alguien me hacía notar hace días que desde que lo bajaron de la carrera por la gubernatura y lo subieron, en afortunada machincuepa, a la candidatura al senado, Miguel Ángel Chico desapareció de la escena pública. Con ese premio mayor sin haber comprado boleto, pues tampoco debe ver la necesidad.)

Y a estas alturas del partido (del Revolucionario Institucional) apostarle a un caballo negro, a un tercero en discordia, a que le tocará a un José Luis Romero o a un Leonardo Solórzano o a Mengano… uf, ya es nada más echarle más leña al fuego.

A la espera.

*

Verónica Espinosa es periodista. Ha desarrollado una importante trayectoria en medios impresos y electrónicos de la región desde hace ya varios lustros. Actualmente es corresponsal del semanario Proceso en el estado. Con más de una década de emisiones radiofónicas a sus espaldas, Candil de la Calle, prestigiada columna de opinión, análisis y crítica política ahora llega cada miércoles a través de igeteo.mx por escrito, para descubrir la desnudez de la política y la observación acerada sobre la cosa pública.