Literaria

Bioy Casares y “La invención de Morel”

Compartir

La captura del alma y la muerte del cuerpo

Adolfo Bioy Casares (Foto: Especial)

Adolfo Bioy Casares es un prestigiado escritor argentino con una próspera carrera, sobresaliente en ella La invención de Morel, una novela corta con la que el autor obtiene, en 1941, el Primer Premio Mundial de Literatura, pues las propuestas literarias y la forma de escritura que el autor muestra en ella son bastante revolucionarias en su época.

Primeramente nos encontramos ante una narración tipo bitácora, aunque sin fechas ni horas, de un fugitivo sudamericano quien huye de la justicia y por tal motivo va a dar a una isla completamente desconocida.

Luego de unos días, el hombre deja de pensar que está sólo, pues comienza a ver varias personas de quienes huye por temor a que lo vean y puedan delatar que él se encuentra ahí.

Aunque en ningún momento de la novela nos deja ver el personaje principal cuál fue el delito del que lo acusan, el cual le obliga a estar ahí, sí sabemos que se trata de un crimen que él no cometió y que es víctima de una acusación injusta.

Poco a poco la historia personal del narrador y personaje principal de la historia va cobrando menos y menos interés en los lectores, pues la historia que se vive en la isla, de la cual él nunca participa sino sólo es un testigo, es la que va adquiriendo importancia y generando intriga en los lectores debido a la forma en que cada hecho va presentándose.

Primeramente, como se menciona más arriba, el protagonista se da cuenta de que en la isla habitan unos extraños personajes con quienes piensa que debe tener cuidado pues empieza a sospechar que se trata de espías que podrían delatar su estadía en la isla y representar su inevitable ida a prisión, por lo tanto trata de esconderse y pasar desapercibido entre ellos.

Poco después se enamora de una mujer, quien paseaba por la isla entre estos misteriosos habitantes. El afecto que siente hacia ella es tal que lo obliga a espiarla, a estar cada vez más cerca de ella aunque represente un riesgo inmediato.

Portada del libro de Bioy Casares (Foto: Especial)

Entre más cerca se encuentra de la mujer y más señales le da para que ésta se dé cuenta de que existe, el personaje principal se vuelve más ausente en la historia, como si fuera una presencia completamente invisible, pues a pesar de que ha existido mucha cercanía física y que incluso un día se decide a que la mujer lo escuche y entonces le grita con fuerza, no obtiene ninguna reacción, ni de la mujer ni de su acompañante, de quien siente celos desde hacía varios días.

La intriga entonces comienza y nos hace dudar de todo lo que hasta ese momento hemos leído en la novela, pues no sabemos a qué se deba esta imposibilidad de interacción entre el protagonista y los misteriosos habitantes de la isla.

Pronto el protagonista se encuentra accidentalmente con una conversación entre los habitantes, que lo hace indagar qué es exactamente lo que sucede ahí y a lo que se enfrenta.

Sin embargo, el presente artículo no deja de ser una sugerencia literaria y no tiene por intención vender la interesante e intrigante trama de un libro tan reconocido como La invención de Morel, por lo que por el momento sólo podemos decir al respecto que el protagonista se enfrenta a una especie de misteriosas máquinas capaces de reproducir las mismas imágenes ante los ojos de cualquiera por infinitas veces. Dichas imágenes son réplicas exactas de las cosas, las máquinas pueden reproducir la realidad y proyectarla como tal en el lugar que sea.

El protagonista se enfrenta ante la capacidad de capturar el alma y matar por consecuencia el cuerpo de cualquier cosa. Por supuesto, esta moderna invención tiene sus irreversibles consecuencias que son contra las que el autor tiene que luchar e indagar, enfrentándose a la decisión más difícil e importante de su vida, llevar a cabo lo inimaginable.

Así, Bioy Casares, nos ofrece un final inesperado, misterioso y sorprendente, digno de tomar unos momentos de nuestro tiempo libre para dedicárselos a la lectura de una pequeña novela tan sorprendente a su tiempo que incluso muy posteriormente fue la inspiración para crear la famosa serie de televisión: “Lost”.