Una Colorada(vale más que cien Descoloridas)

El niño y su día

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Como si viviéramos en jauja, el mes de abril se cierra con una fiesta del consumismo, pues los niños de México tendrán juguetes, comida, paseos y una buena dosis de tensión familiar, en la cual lo más difuso es la línea entre lo bueno y lo malo, lo positivo y lo negativo, lo claro y lo obscuro.

La presión del momento ocasionará padres irritados, museos pletóricos de actividades lúdicas donde las colas interminables nulifican el propósito educativo, restaurantes y parques repletos; todo ello en aras de una mayor satisfacción material que por lo menos enseña que desde la misma infancia se puede crear la necesidad de adquirir, solo por comprar o buscar satisfactores cada vez más intensos.

Los festejados de este 30 de abril llegarán a la adolescencia sin medir muchos de los riesgos que como seres humanos les acechan en un sistema donde “el profit” es lo más importante sin indagar si la ganancia viene de la distribución de droga, del tráfico de personas o de órganos. El sistema de dominio hoy por hoy está tan bien orquestado, que poco o nada dan cuenta los medios de comunicación de la cantidad de menores de edad que requieren ser hospitalizados, luego de que alguien les vendió tres pastillas de éxtasis o se las diluyó en la bebida expedida sin control en el antro al cual van a gastar su energía juvenil desde las diez de la noche hasta las tres o cuatro de la mañana. A no ser que las fiestas clandestinas o la de los antros tengan muertos, las orgías con violaciones múltiples que han llevado a grupos completos a terapias de recuperación emocional y física, nunca son denunciadas y en el caso de que los padres de estos jóvenes víctimas de la droga y los olores con feromonas vayan al MP, las mismas tienen el destino común del archivo o la reserva que permita resucitarla si acaso se requiere como perversa arma de venganza o control político.

¿Por qué con facilidad inaudita en la ciudad de México, se propiciaron cambios en las leyes de uso de suelo, giros mercantiles y todas aquellas que facilitan conglomerados juveniles durante varias horas y primordialmente en el tiempo de sueño de la población? ¿Tendría esto que ver con el jugoso negocio de las drogas sintéticas? Para prevenir que uno de sus hijos sea arrastrado el infierno de la drogas ¿bastará con la exhortación de un presidente o un gobernante de cualquier nivel, exigiéndole que lo vigile y lo cuide? ¿Que tanto pesa en el resto de la familia una visión preventiva que parece culpar a los padres por descuidados, en vez de dificultar este tipo de comercio, llamado “antro”? ¿Para que se reivindicó como algo normal o decente el significado original de este vocablo? ¿Será que hay más autoridades de las que imaginamos las que por voltear a otro lado, tienen beneficios financieros o de poder?

En unas cuantas semanas, millones de ciudadanos en México acudiremos a las urnas a elegir diputados, presidentes municipales, delegados y hasta presidente. ¿Cuánto tiempo podemos dedicar como ciudadanos para preguntarles a estos aspirantes cómo abordarán su obligación de dar seguridad a nuestros hijos? Además de regalar juguetes en mítines placeros, los aspirantes a representarnos o gobernarnos, deberían decirnos que van a hacer para promover centros deportivos que no terminen cómo estaciones de transferencia de basura o como espacios para encontrar nuevos y futuros adictos.

En la ciudad pocos se atreven a tocar el tema del ambulantaje. Ahí es donde se cometen un buen número de delitos tolerados por quienes acarrean contingentes a los  actos masivos y compran votos, a cambio de un carrujo de marihuana, una dotación de música o películas piratas y una cuota permanente por derecho de piso en banquetas, parques y espacios de circulación vehicular. ¿Que nos dice, Beatriz, Miguel Ángel y la señora Wallace, acerca de la forma en que como jefes de gobierno harían transitar a los ciudadanos comerciantes desde la informalidad hasta meterlos en actividades que generen ingresos fiscales transparentes en vez de negocios sucios?

Los niños que hoy celebran su día tienen derecho a la seguridad física, emocional y jurídica. No es malo el que se busque a delincuentes que propician este tipo de inseguridad utilizando todos los recursos –policías, ejército armado etc. – al alcance del gobierno para encontrarlos; pero resulta ineficaz y en extremo lamentable en actos imprudentes y hasta contraproducentes, el hacerlo como si se tarta de una confrontación entre mafias. Para legitimar una guerra contra los delincuentes, debe haber la certeza de que del otro lado, no hay también personas de esa calaña. Situación fácil de propiciar cuando se han promulgado normas que facilitan la comisión del delito por todas las partes involucradas, en pro o contra del mismo.

Regale a sus hijos tiempo para hablar con ellos y también para dialogar con quienes vivirán holgadamente tres o seis años de un sueldo que Usted paga, justamente para garantizar que el futuro de los niños sea feliz y de desarrollo justo o cuando menos satisfactorio.