El escritor mexicano Juan Rulfo es originario del pueblo de Sayula, aunque pasó la mayor parte de su infancia en la villa rural llamada San Gabriel, de donde sus biógrafos suponen que debió adquirir el interés por los temas de superstición y cultura hacia la muerte.

Rulfo a su llegada a la ciudad de México en 1934 comenzó a trabajar como agente de inmigración, lo que le permitió viajar y conocer muchas y distintas regiones del país.

Rulfo se dio a conocer como escritor publicando sus cuentos más trabajados  en populares revistas literarias y posteriormente en el año de 1953 publicó su más conocida antología de cuentos titulada El llano en llamas con el que logró su mayor fama como escritor, misma que posteriormente le aseguraría el éxito de su novela más popular Pedro Páramo.

Esta novela tiene muchas cualidades literarias que resaltar en su composición, comenzando por la temática que aparentemente parece simple y sin embargo poco a poco la trama va volviéndose cada vez más compleja involucrando al lector hasta descubrir una gran cantidad de detalles que nos llevan hasta lA verdadera temática de la historia, sin duda, el destino.

Primeramente la novela representa una búsqueda incesante del personaje principal hacia un solo objetivo: su padre. Mientras esta búsqueda se desarrolla, el autor nos guía por un recorrido impresionantemente bien descrito en el pueblo de Comala, lugar donde se desarrolla la trama.

Comala es habitada por una serie de personajes con características muy peculiares y cada uno de ellos va guiando al protagonista hacia su objetivo central, pero conforme la historia avanza, nos vamos dando cuenta que todos los personajes por distintos que sean entre sí, están relacionados por una única característica, todos están muertos.

El personaje, sintiendo temor, nostalgia y extrañamiento descubre que ha llegado al pueblo para encontrarse con algo más que conocer a su padre, ha llegado al pueblo para morir.

No es sino hasta el final de la corta novela cuando los lectores nos damos cuenta de que el autor hábilmente nos ha llevado a hacer un recorrido por un pueblo fantasma en el que todos sus habitantes son espectros que se han quedado atrapados en su vida pasada.

Luego Rulfo propone que el destino último de todo hombre es morir, y ante la muerte viene la reflexión y la añoranza sobre el origen, por eso es que antes de morir el personaje necesita enfrentarse a su padre y reconocer su pasado.

La originalidad de este autor al presentar un tema como la muerte en una forma tan clara y tan vívida fue lo que lo colocó en el lugar que ahora tiene, como uno de los más importantes escritores mexicanos incluido en el canon académico como un autor imprescindible en los estudios literarios mexicanos y lo que incluso llevó a esta novela a la pantalla grande.