Hay sospecha de explotación en corredor industrial

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Guanajuato, Gto. 12 de junio de 2013.- Jornaleros indígenas principalmente  guerrerenses que fueron detectados trabajando en los campos de varios municipios de Guanajuato, entre ellos León, Silao y Romita podrían ser víctimas de trata.

El especialista advirtió que también debe ponerse atención al tema del trabajo infantil (Foto. Archivo)

El director de investigación y comunicación del Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social, A.C. (CEIDAS), Saúl Arellano evidenció esta situación ante la posibilidad de que las personas hayan sido traídas a la entidad con engaños.

“Podría configurarse como un delito de trata de personas;  porque son personas traídas con engaños, son gente que definitivamente no tiene los mecanismos de protección y se habla de más de mil personas indígenas”, señaló.

Sin embargo, advirtió que no nada más habría que poner el énfasis  en este grupo de migrantes jornaleros, sino en las niñas y los niños que están trabajando en ladrilleras, en tianguis, en el mercado informal, en los cruceros.

“…habría que ver cuántos han sido reclutados por bandas del narcotráfico ya sea para la distribución o en la venta de drogas; como halcones  o hasta para trabajar como sicarios; saber cuántos han sido expuestos o sometidos a las peores formas de trabajo infantil”, añadió.

Arellano consideró que la tarea sería ir haciendo un mapeo “serio y responsable” de cuál es la presencia de los infantes en estas actividades, porque no hay ni siquiera  datos de cuántas niñas y niños viven en situación de calle en el estado.

Dijo que basta ir León, Irapuato, Salamanca, Celaya e incluso ciudades medias  como Salvatierra, Valle de Santiago, Moroleón, Yuriria, para verificar que  en muchos de los cruceros principales ya hay niñas y niños trabajando de limpiaparabrisas, vendiendo cosas y la pregunta es “¿quién los puso ahí?”.

El especialista señaló que los menores por si solos no llegan  a comprar la mercancía que les ofrecen a los transeúntes o los conductores en los cruceros o en las plazas principales.

“Es de dudarse que una niña de 7 años, que tiene el dinero, tiene además las facilidades para ir al mercado a comprar los mazapanes o los chicles y cigarros, y los mete en una cajita para venderlos en un crucero, entonces es un hecho de que alguien los puso ahí”, enfatizó.