Guanajuato, Gto. 27 de octubre de 2013.- El uso de clembuterol en la práctica pecuaria podría convertirse en ilegal y tener un castigo en el Código Penal del Estado a propuesta de diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Las personas que incurran en este ilícito podrían ser castigadas hasta con cuatro años de prisión y multa de doscientos hasta mil veces el salario mínimo vigente. En caso de reincidencia se duplicará la pena y la multa.
Legisladores priístas presentaron la propuesta en la pasada sesión del Congreso Local en que pidieron se castigue a quienes transporten o comercien con animales vivos, sus productos o subproductos que hayan sido alimentados con clembuterol o cualquier otra sustancia cuyo uso esté prohibido para tal fin en las disposiciones de sanidad animal.
La propuesta plantea que se dé una pena a quien sin autorización de las autoridades zoosanitarias competentes o contraviniendo los términos en que ésta haya sido concedida, importe, posea, transporte, almacene, comercialice o en general realice actos con clembuterol o cualquier otra sustancia cuyo uso esté prohibido para alimentación de animales.
“En las disposiciones de sanidad animal se le impondrá una pena de dos a cuatro años de prisión y multa de doscientos hasta mil veces el salario mínimo vigente, siempre y cuando esos actos sean con la finalidad de incorporar a los alimentos o bebidas de animales cuyos productos o subproductos estén destinados al consumo humano”, señala la iniciativa.
También resalta la ilegalidad de quienes suministren u ordenen el suministro de clembuterol o alguna otra sustancia o alimento prohibidos en la dieta pecuaria a los que hace alusión las disposiciones de salud animal.
El diputado Pedro Chávez Arredondo dio lectura a la exposición de los motivos de la propuesta legal y señaló que actualmente es frecuente el uso indiscriminado de beta-agonista como anabolizante para conformar la masa muscular de ganado vacuno u ovino, surgiendo el problema por las elevadas cantidades suministradas al animal antes del sacrificio.
Remarcó que el consumo de carne de animales tratados con elevadas cantidades de clembuterol reporta en el consumidor humano la aparición de efectos graves en su salud, como alteración de la tiroides, disfunciones metabólicas, náuseas, taquicardias, dolores musculares y dolor de cabeza y dependiendo de la susceptibilidad de la persona, puede ésta presentar afectaciones aún más graves.
“La adición de beta-agonistas para lograr un mejor rendimiento de las canales animales se administra hacia los últimos 3 meses de vida, de lo que se infiere que el problema se ubica principalmente en los centros de engorda intensiva, lo que significa una mala práctica ganadera”, enfatizó.
De igual, el diputado Chávez Arredondo consideró que es necesario contemplar la carencia en cuanto a vigilancia y supervisión se refiere, pues se tiene conocimiento de la competencia desleal que representa el hecho de que un animal se trate con este tipo de sustancias, debido a que trae consigo un aumento de la masa muscular y una disminución del tejido adiposo, lo que hace más atractiva su comercialización por encima de aquellos que alimentan su ganado con el método tradicional.
La propuesta legal se turnó a la Comisión de Justicia para su estudio y dictamen.
