Candil de la Calle

La maraña municipal

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Para quienes ambicionan el poder, no existe una vía media entre la cumbre y el precipicio.

Tácito

(Foto: Archivo)

Hay una calle del Centro Histórico cerrada desde hace meses, como zona de guerra.

Hay comerciantes desesperados.

Hay robos en aumento.

Hay basura acumulada en horribles y disfuncionales contenedores, camiones descompuestos, abulia para conseguir la colaboración ciudadana de años de campaneo.

Hay otra zona comercial del Centro Histórico cerrada, vuelta al revés.

El programa Modelo del trienio es un fiasco consumado.

Hay funcionarios e integrantes del Ayuntamiento señalados públicamente, acusados de abusar de su autoridad.

Hay un síndico en cuestión que en realidad pasa una gran parte de su tiempo en el Congreso del estado.

Hay un enorme hoyo tras láminas de madera que se sueña como plaza comercial, tiendas departamentales, gran negocio suspendido por la avaricia insensata.

En la capital del estado hay un gobierno municipal con sus propias calles cerradas, sus hoyos, sus contenedores rebosantes de basura, sus índices delictivos a la alza, sus malogrados planes, sus proyectos sin fecha, sus funcionarios incompetentes y sus visos de corrupción.

Este no parece el proyecto de un alcalde exitoso que además ya está poniendo la mira en otra aspiración.

Si la primera le fue obsequiada, la segunda difícilmente, y menos con el desempeño actual.

Tan enmarañado el panorama, que es complicado apreciar aquello que se presume como logro, como eficiencia, como gestión alcanzada.

Por ahora el anuncio del presidente municipal se centra en la próxima obtención de más recursos para más obras en el Centro Histórico.

Hay un proyecto de gobierno inconcluso al que le queda la mitad del tiempo o menos, porque se avecinan las tormentas electorales que todo lo contaminan o lo paralizan.

Hay una oportunidad.