El río de las letras

Esa pausa llamada felicidad

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ValleyHace tiempo ya dejé de escribirte y me es difícil precisar un solo motivo, pues fueron muchas las circunstancias y no un momento especifico por el cual hasta hoy vuelves a saber un poco sobre mí y mi vida, que te parecerá ahora la de una desconocida. En parte, supongo, han sido las ocupaciones normales de la vida como el trabajo, la casa; a veces los amigos, también otro tanto los libros, pero créeme cuando te digo sinceramente que aunque desde hace tiempo no te escribo ninguna carta, redacté muchas veces mentalmente hojas y hojas con historias escritas para ti, enviadas a través del viento, perdidas en remolinos, disueltas entre las nubes.

Aquí todo parece ir mejor. El panorama luce tranquilo, silencioso, irreal. Me he dedicado entre otras cosas a cuidar de mí y a recuperar la salud, así como también a reencontrarme con amistades de otros días de quienes ya me había olvidado por completo. He hecho lo posible por llenar mi vida con momentos buenos y cosas buenas, recopilando todo aquello necesario para volver a ser feliz. No ha sido fácil.

Llegué a sentirme tan mal que algunos días parecían ser los últimos y a veces deseaba que lo fuesen; afortunadamente, se vació mi dolor y Dios me ha puesto en un camino con destino a un mejor lugar. Ya no me siento sola. Quizá solo a veces, cuando el sol se está ocultando en el horizonte y el atardecer me da las esperanzas de un nuevo día, pienso unos instantes en ti y te extraño tan solo un poco con la cabeza y ya no con el corazón.

Confieso que toda esta felicidad me parece dudosa, como un espejismo en el desierto de mis días. Me acostumbré por mucho tiempo a estar mal y como consecuencia, ahora las cosas buenas en mi vida me parecen un sueño. La felicidad, más que una realidad, se siente como una anestesia placentera, y me pregunto si me he rendido o si por el contrario al fin he encontrado eso que tanto buscaba. No lo sé, solo creo que esta pausa en el tiempo parece felicidad y me siento bien; aunque ya no estés, aunque ya no vuelvas.