Charamuscas y Trompadas

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EN MEDIO DE LA INDEFINICIÓN y distinto a los últimos sexenios en esta ocasión no se dio el adelanto de cuáles serán el país y el estado de la República invitados de honor para la próxima edición del Festival Internacional Cervantino, porque sencillamente no ha cuajado la invitación, no se ha trabajado en la gestión o sencillamente no les importa.

Más allá del cambio de fechas para el arranque de la fiesta del espíritu que ahora será del 14 de octubre al primero de noviembre de 2020, la directora del FIC, Mariana Aymerich, reconoció que no se tiene definido ni el país ni el estado que vendrán el año que entra, a dar realce al festival cultural más importante de Latinoamérica. Es decir, no los han amarrado.

OBVIO NO ESTUVIERON embajadores culturales, ministros o secretarios de cultura de México que pudieran adelantar lo que vendrá para la siguiente edición. ¡Vamos! no estuvo ni el gobernador, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo ni el rector general de la Universidad de Guanajuato, Luis Felipe Guerrero Agripino, menos la Secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto.

ALGO ESTÁ PASANDO al interior del comité organizador del FIC, no hay que olvidar el recorte de un 20 por ciento en el presupuesto federal este año; la baja en el público Cervantino; la salida de patrocinadores, etc. Pero bueno, nos quedamos con el optimismo del presidente municipal, Alejandro Navarro Saldaña, quien apuntó “¡El Cervantino nunca va a desaparecer, qué diría Ruelas!”.

OTRA POLVAREDA es la que levantó la aprobación de la Ley de Ingresos por parte del ayuntamiento de Guanajuato, el fin de semana pasado. El principal detonador de la inquietud y la preocupación que ya se expresa en redes sociales y cafés de la ciudad es el anuncio del aumento en el impuesto predial.

A pesar de las explicaciones que ha dado la autoridad municipal, de que se trata de un estudio de valores catastrales de las propiedades que hay en la ciudad y que no se trata de hincarles el diente a nadie, pone en evidencia lo que ya saben la mayoría de los ciudadanos, que gran parte de la ciudad vive en la irregularidad.

Es decir, entre sabadazos, fines de semana y trabajos nocturnos, más de media ciudad se fue y se ha ido construyendo ante la ceguera de las autoridades en turno, comisiones o moches a funcionarios que se hicieron de la vista obesa para dejar hacer, dejar pasar.

A ver si le alcanza el tiempo de la administración al alcalde Alejandro Navarro, porque se van a hacer visitas casa por casa para revalorar los inmuebles, además tendría que asegurarse que los que levantan el estudio son personas blindadas contra el embute.