Charamuscas y Trompadas

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EL BALCÓN DEL PALACIO. Varios de los diputados que vienen, por así decirlo, del siglo pasado —al igual que nosotros— como que todavía reniegan de la tecnología y están negados a cualquier cosa que sea aprender cosas nuevas.

Eso queda de manifiesto cada vez que hay sesión de comisiones y no se diga la sesión del Pleno de la Cámara, porque más de alguno han tenido uno que otro resbalón. Se les olvida apagar el micrófono, de pronto los ves haciendo caras extrañas, bostezando, con resaca, porque se olvidan que los otros 35 diputados y diputadas los están viendo, además del público conocedor y ocioso que debido al confinamiento domiciliario, están siguiendo las sesiones para entretenerse.


En la última sesión estaba el coordinador de la bancada del PRI, José Huerta Aboytes, auricular en mano señalando, “si …ya lo platiqué con (Jesús) Oviedo”, quien es el jefe de la bancada del PAN, antes de que alguien le advirtiera que lo estaban oyendo. O la diputada de Morena, María Carmen Vaca González, que también expresa su molestia entre dientes, a micrófono abierto.
Son los nuevos tiempos, y lo que valdría la pena preguntarse ¿y los asesores?, ¿o qué no pueden hacer su trabajo a distancia?. Muchos diputados se darán cuenta que sus consejeros digitales no sirven en tiempos de pandemia.


LOS ALCALDES QUEDAN A DEBER. Ya se sabe que el desempleo y la crisis económica que ha traído el famoso Coronavirus a los municipios de la entidad ha sido de dimensiones brutales. Algo inédito y nunca visto, pero eso ha dejado en evidencia que las recomendaciones de la Secretaría de Salud, para los presidentes municipales y sobre todo para los ciudadanos han sido como llamadas a Misa. El que quiere va y el que no pues, nones.
Los señores y señoras, alcaldes y alcaldesas deben de tener la certeza de que más allá de que los juzgue la historia, su conciencia no los dejará descansar en paz, si saben que pudieron haber evitado tan solo una muerte, ya no se diga docenas, además de que seguro vendrán a jalarles las patas, por omisos.


LA UG TAMBIÉN SE SUMÓ A LOS APOYOS. Además de los Poderes del estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, otras instancias también han aportado su granito de arena para sumarse de manera solidaria y hacer un frente común que sirva para contrarrestar los efectos del mal del siglo COVID-19, en la entidad.
La Universidad de Guanajuato, además de sumar el salario de un mes de la rectoría general y los rectores de los de campus, también sumó la aportación en efectivo de varios directores que con ello pusieron la muestra a su comunidad estudiantil, que también dio la cara a través de su escuela de Medicina y sus muchachos y muchachas en el frente de batalla.