EL BALCÓN DEL PALACIO. Con el color Amarillo en Semáforo de Reactivación Económica y social, poco a poco se va avanzando en la lucha contra el coronavirus, aunque le están llegando refuerzos con otros padecimientos de temporada, como son el dengue y la influenza, aunque la verdad el que mata más rápidamente es el COVID, por lo que no conviene bajar la guardia y menos ahora que llega más movilidad.
La nueva fase en la contención de la pandemia, implica más riesgos porque se reactivan más áreas y hay que volver a establecer protocolos. En el Congreso del estado por ejemplo, el presidente de la Junta de Gobierno, Jesús Oviedo, anunció que regresará a trabajar de manera presencial un tercio de su personal. El resto se quedará ¿descansando? en su casa.
Después de la primera barrida, el también jefe de la bancada de la mayoría panista en el Congreso estatal, corrige y explica que solo vendrán alrededor de 33 personas, a trabajar físicamente al Palacio una semana, por dos más de descanso en su casa. ¡Perdón!, se quedarán en su casa, trabajando a distancia.
La verdad es que una segunda barrida lo que deja en claro, es que cuando el inconsciente logra manifestarse, pone en evidencia lo que realmente está pasando por nuestra cabeza, que no necesariamente es verdad.
Hay que irse desentumiendo poco a poco, porque ya llegará el día en que el Palacio esté de nueva cuenta a tope de actividad, ¡pues cómo no si es año electoral!
IBARGÜENGOITIANAS. A los que ya les urgía que llegara el amarillo y andaban con el Jesús en la boca rogando que si no se acaba el virus al menos que le bajara dos rayitas a la guadaña, eran a los cantineros expendedores de vinos, aguardientes y elixires maravillosos que nos hacen olvidar las bofetadas de la vida.
Ahora que ya andamos a media semana del siguiente nivel al que llegamos de panzazo, lo que conviene decir es que no nos podemos portar como Minions en pachanga y como si no hubiera mañana, porque para algunos efectivamente no habrá mañana y menos si somos tan irresponsables de botar el cubrebocas al cajón los tiliches para recuperar el tiempo perdido.
Todavía faltan algunos meses para que la tranquilidad y sobre todo la salud, vuelva a ser menos volátil y escasa como ahora.
No estaría de más convertir a los cantineros en promotores de la salud, pero no nada más de la que se chasquea en las copas, sino que les recomienden a los ciudadanos adoradores del Dios Baco, a la hora de la juerga que sigue vigente la sana distancia.
Y MIENTRAS TANTO EN LA ATENAS DE POR ACÁ, El casquete que se le hizo al cerro que está a un lado del Congreso del estado de Guanajuato, donde se aprecia un camino, que digo camino, una verdadera venida, de origen desconocido, podría establecerse en las próximas semanas como una leyenda popular más de la ciudad.
Sobre todo, porque desde hace dos semanas más o menos, el tema se expuso ante la Junta de Gobierno y coordinación política del Congreso local, sobre cuál es el plan, cuál es el proyecto que se va a desarrollar ahí, de quién es, si no es zona protegida o en qué condición está.
Lo cierto es que el misterio, a pesar de que ya se solicitó información al ayuntamiento de Guanajuato, lo que obtuvieron por respuesta fue una promesa de investigar a ver de qué se trata y qué repercusiones podrá tener. Pero ya sabe tendrán que esperar sentados mientras el destino los alcanza.
