Carmen Pizano
Guanajuato, Gto.- 29 de julio de 2011.- Un grupo de mujeres que se dedican a vender tortillas, fruta y verdura en el centro de la ciudad, denunció abuso de autoridad por parte de los inspectores de fiscalización porque afirman haber sido golpeadas cuando intentaban rescatar su mercancía que era decomisada por la dirección a cargo de Jenaro Barba Uribe.
Mediante un operativo, el área de Fiscalización y Control del municipio retiró a todos los comerciantes ambulantes que se instalaban en el centro de la ciudad, y a raíz de esto las mujeres denunciaron haber sufrido golpes.
En entrevista, una de las afectadas comentó que tienen que pagar 2 mil pesos para recuperar su mercancía, sin embargo ellas diariamente ganan apenas 500 pesos, por lo que le es imposible poder pagar la multa.
“Llegaron agrediéndonos. Yo traigo de golpes y nos arrebataron la bolsa del dinero, no se vale que hasta el dinero se quieran llevar, yo diría que las cosas se las lleven, pero también se llevaron el dinero”.
Mencionó que algunas optaron por no denunciar ante el temor de que haya represalias por parte de los inspectores de Fiscalización y Control.
“Es imposible dar tanto dinero cuando nada más sacamos 150 o 180 de un bote de tunas, nos quitaron (la mercancía) como a 30, se vinieron muchas a denunciar, pero por miedo porque nos amenazan que nos dicen que estamos chillando se fueron”.
La denuncia formal la van a presentar el próximo lunes, pero ya tienen una abogada de nombre Angélica Tello que será la encargada de llevar el caso.
Las comerciantes comentaron que es pérdida total de su mercancía porque las tunas ya se echaron a perder y no podrán recuperar el dinero.
“Como ya se acabó la tuna reina, ya nada más nos queda la esmeralda que se echa a perder muy pronto, además llegaron a mi puesto, me quitaron toda la que estaba pelada y la vaciaron en una caja que estaba toda llena de lodo; así yo no voy a reclamar eso”.
Reconocieron que no tienen permiso por parte del municipio para poder ofrecer sus productos “pero pagamos plaza y pedimos el permiso y no nos lo quieren dar, si ellos quieren que uno les esté dando dinero, pues no, pero no nos quieren dar los permisos”.
Las afectadas son principalmente mujeres que vienen de La Sauceda y de San Martín y que durante años, generación tras generación, venden sus productos en el centro de la ciudad.
