El río de las letras

Modernidad

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Con que poco se conforma la gente: una lata con su nombre

A veces no sé si estoy a favor o en contra de la modernidad, pero ciertamente en Esta era donde los medios de comunicación ahora son tan diversos y se encuentran tan al alcance de todos, nos cuesta muchísimo más trabajo comunicarnos. ¿Por qué? ¡Yo qué se! Yo solo sé que en mi casa vivimos tres personas y sin embargo no vivimos juntas, solo somos compañeras de soledades, solo llenamos un cuarto pero a veces somos parte de las habitaciones, somos un mueble o algo, una fotografía, un reflejo.

Normalmente la rutina nos ha llegado a matar. Estamos todas muy ocupadas y cuando tenemos tiempo no queremos hablar de nada. ¿Hablar de qué? A veces parece como si estuviÉsemos escapando de algo. Yo sé que yo lo estoy. A veces me pongo de mal humor sin razón o motivo aparente; pero si en algo me he encerrado es en mis pensamientos y eso no lo puedo explicar, no puedo hablarlo ni conmigo misma, menos con los demás. Mi hermana, por ejemplo, es como un gato, solo vuelve por comida, por alojo y por no decirse desamparada.

A veces me gustaría saber cómo llegamos a tanta soledad compartida y a tanto silencio. Callamos y cuando abrimos la boca es solo para pelear. Yo me comunico más en la oficina con veinte o treinta desconocidos al día de lo que duro en una conversación con mi familia. Y no me enorgullece. Más bien, últimamente, me preocupa, me exaspera no poder romper la barrera, no saber cómo hacer distintas las cosas.

Nos falta tiempo algunos días, diez horas diarias en el trabajo no son fáciles de sobrellevar, las noches no son la mejor hora para comunicar los malos ratos del día. Si se erradicó la esclavitud, quisiera saber en cuál país. En la actualidad se le llama convivir a estar todos en la misma habitación con teléfono en mano o con la vista fija en la televisión, otros parecen disfrutar ir a bares, que es otra forma de compartir soledades.

Ciertamente, los tiempos han cambiado. La tecnología es una forma de acercar a las personas, pero también es una forma de separarlas; se ha roto la barrera de la distancia y de poco ha servido. Hoy me siento tan lejos del mundo como uno se pueda llegar a sentir.