Se quejan de los inspectores de fiscalización

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Carmen Pizano

Guanajuato, Gto. 03 de enero de 2011.- Un grupo de mujeres que se dedican a vender pulseras, anillos, aretes en el centro de la capital aseguraron ser víctimas de los inspectores de fiscalización, quienes les decomisan la mercancía de manera prepotente y además les piden dinero para dejarlas trabajar.

Las comerciantes ambulantes se reunieron con el regidor panista Francisco Licea para denunciar el supuesto abuso de autoridad de los trabajadores de la Dirección de Fiscalización de la administración municipal.

Estela Felipe, una mujer de origen náhuatl afirmó que están dispuestas a pagar un permiso que les permita establecerse de manera temporal en algún jardín del centro, durante los periodos de mayor afluencia de turistas.

La vendedora aseveró que aunque a ella no le han pedido dinero los inspectores para dejarla trabajar, conoce casos de compañeros quienes sufren de extorsión por parte de los trabajadores de Fiscalización.

“A algunos compañeros les pedían 50 pesos diarios por dejarlos vender, nosotras antes pagábamos 400 pesos por usar la vía pública, ahora pagamos 150, pero el problema es que no nos dan los permisos en Fiscalización”.

Ante los medios de comunicación denunciaron que les decomisaron mercancía sin darles la multa que tendrían que pagar para recuperar los artículos.

Luisa Reyes, quien es madre soltera y tiene que vender los accesorios para mantener a su familia, señaló que el pasado 21 de diciembre “me decomisaron la mercancía y no me dieron ni un papel, me quitaron todo el aretero y tuve que correr porque me querían quitar todo y me iban a llevar al bote (cárcel)”.

En total hay alrededor de 16 indígenas náhuatl vendiendo plata de manera ambulante en el Jardín de la Unión y 8 de las llamadas “hippies”.